Se vigila cada vez más el cielo en busca de posibles meteoritos peligrosos. Y también son cada vez más los objetos artificiales enviados desde la Tierra en forma de cohetes y miles de satélites. Una combinación que acaba provocando miedo y confusión, como ocurrió este fin de semana en España. El viernes 29, un minuto antes de la medianoche, una luz cruzó el cielo de la Península Oriental dejando tras de sí unos vídeos espectaculares. Como siempre con estos destellos, los especialistas de la Red de Investigación de Bólidos y Meteoritos (adscrita al CSIC) se propusieron buscar una explicación: “Elegimos un misil balístico”. Tuitearon a las 8:35 a.m. horas de la mañana del sábado 30. La larga trayectoria del objeto y la falta de ecos de la descomposición de la roca espacial al chocar con la atmósfera hicieron creer que se trataba de un artefacto de origen terrestre. A última hora del domingo, nuevos cálculos de la velocidad del coche (como se llaman estos destellos) Descartas estas y otras opciones y señalan que seguramente se trata de un asteroide con una trayectoria “muy inusual”, como afirma el coordinador de la red, el astrofísico Josep Maria Trigo: “Es uno entre un millón de bólidos”.
En conversación telefónica, Trigo ahora lamenta su fracaso inicial: “Lamento haber mencionado el cohete, con todo lo que teníamos, cometí el error de mencionarlo. “Me sabe bastante mal porque hizo saltar las alarmas después de 35 años dedicándome a este tema”. El investigador del Instituto de Ciencias Espaciales (ICE-CSIC) afirma que el 18 de noviembre en el Golfo de Vizcaya descubrió un misil balístico que “Entró en el espacio aéreo español y partió de una base militar francesa”. Por tanto, sospechaban que este nuevo objeto, que sobrevoló por ese orden Francia, Girona y Baleares, podría tener el mismo origen. A última hora de la tarde del sábado, el CSIC remitió un comunicado a los medios de comunicación descartando la opción del misil «después de que un equipo de investigadores del ICE-CSIC analizara en detalle las imágenes y medidas tomadas desde el coche».
“Los datos preliminares obtenidos hasta ahora nos llevan a creer que el bólido se formó por el reingreso de un objeto artificial a la órbita terrestre”, enfatiza Trigo en esta nota. Eso significa que podría ser un satélite que regresa a la Tierra. Dos horas antes del anuncio del CSIC, los medios informaron sobre la hipótesis del misil balístico francés, pero la Fuerza Aérea alemana desmintió rápidamente esta versión. en la red social. Lo hizo en respuesta a un tuit del diario El mundo: “Según nuestro Centro de Conocimiento de la Situación Espacial, se trata del reingreso de un satélite StarLink 😉.” Embajadora de Alemania en España, Maria Margarete Gosse, insistió en su cuenta oficial en esta opción: Sería en realidad uno de los miles de satélites que la compañía de Elon Musk ha puesto en órbita en los últimos años.
Anoche algunos de los principales especialistas en las trayectorias de los objetos espaciales cuestionaron esta posibilidad. “Acabo de comprobar todos los Starlinks en órbita con un perigeo por debajo de los 300 km el 29 de marzo. “Ninguno de ellos coincide con el avistamiento español en cuanto a posición geográfica o situación general del plano orbital”, explicó. Marco Langbroek, referencia sobre este tema, de la Universidad Tecnológica de Delft. Jonathan McDowell del Centro Harvard-Smithsonian de Astrofísica, confirmado: “No veo evidencia de que un Starlink haya vuelto a entrar en este momento”. Trigo señala que hubo un antes y un después, ninguno en este día a esta hora, y lo más importante: “El camino no está bien coincide con el reingreso de un satélite Starlink”.
“Creo que el veredicto final será que se trató de un pequeño fragmento de un asteroide que entró en la atmósfera terrestre con un ángulo muy bajo y a baja velocidad. «Estos objetos son difíciles de distinguir de las reentradas de satélites (una buena determinación de la velocidad solucionará esto, pero lleva tiempo)», añade Lambroek en su informe X. Es la opción que defiende ahora Trigo con los cálculos de la velocidad del objeto, demasiado rápido para ser un artefacto que estaba en órbita terrestre: “Vuela a una velocidad de 14 o 15 kilómetros por segundo y con una gran inclinación. «Es algo que viene del espacio». Aunque no se atreve a confirmarlo, todo indica que se trata de un coche planeador, es decir, un asteroide que toca la atmósfera tangencialmente y que no decae ni choca, sino que pasa de largo. “En los vídeos se puede ver que el coche va cada vez más lejos”, afirma Trigo. La red que coordina explicado en X: «Esto no significa que no pueda producirse una reentrada imprevista (…).» Algunas reentradas excéntricas pueden alcanzar la atmósfera a 10 km/s, pero la mayoría lo hace a unos pocos km/s.»
6) Examinando diferentes vídeos se obtiene una velocidad media de 15 km/s y por tanto confirmamos la hipótesis del coche rozando propuesta por Alberto Castellón @InfoUMA. La falta de fragmentación permite concluir la naturaleza metálica del meteoroidehttps://t.co/IlAzvONvTL pic.twitter.com/HSVgG8Rddx
— Red de Investigación de Bólidos y Meteoritos (SPMN)-CSIC (@RedSpmn) 31 de marzo de 2024
El astrofísico estima que debió ser un objeto de «menos de un metro» de tamaño y probablemente metálico, por lo que no se desintegró al atravesar la atmósfera y dejar el rastro habitual. Eco de esta fragmentación. Las estaciones de vigilancia espacial no pudieron recibir estas señales, lo que provocó una confusión inicial.
Hasta hace poco, incluso durante la carrera espacial, un rayo celeste era casi con certeza una roca que venía del espacio y chocaba con la atmósfera terrestre. Pero en los últimos años los temores en el cielo se han multiplicado. En distintos puntos del planeta se producen avistamientos de fenómenos atmosféricos desconocidos, generalmente debido a la extraordinaria actividad de los satélites Starlink y los cohetes SpaceX, ambas empresas propiedad de Elon Musk. Cuando los cohetes vuelven a entrar, emergen espectaculares imágenes de espirales y medusas brillantes que asustan y fascinan.
Y a veces el miedo está justificado. En noviembre de 2022, China arrojó un enorme módulo de cohete a la Tierra sin control tras uno de sus lanzamientos. La trayectoria de este accidente y las importantes dimensiones del objeto (un cilindro de 20 toneladas, 30 metros de largo y 5 metros de ancho) obligaron a las autoridades españolas a ordenar a todos los aviones que quisieran volar en la zona que permanecieran en tierra. Península. La NASA condenó los “riesgos innecesarios” causados por China, a pesar de que la monumental pieza de basura espacial finalmente cayó al Pacífico.
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