Puig saldrá a bolsa este viernes con un valor de 14.000 millones de euros, tras optar por un precio de salida a bolsa de 24,5 euros por acción. Se trata del valor más alto del rango indicativo previsto en el folleto de salida a bolsa, que se situaba entre 22 y 24,5 euros y refleja el éxito de la mayor empresa de Europa en lo que va de año. La fuerte demanda de inversores institucionales (la compañía no tiene división minorista) ha permitido al grupo catalán de cosmética y perfumería de lujo maximizar tanto el dinero que reciben sus actuales accionistas por la venta de valores como por la captación de fondos. La compañía saldrá al mercado como clara candidata al Ibex 35 (a 24,5 euros, decimoquinta empresa por capitalización) y tercera empresa familiar más valiosa de la Bolsa española.
De hecho, la empresa tardó sólo unos minutos después de abrir el libro de pedidos en cubrir toda la colocación la semana pasada. Una buena acogida que no perdió impulso con el paso de los días y, de hecho, la semana pasada los bancos colocadores sugirieron a la compañía la posibilidad de incrementar el precio de la oferta una vez cubierta ya la salida a Bolsa en 24,5 euros. Puig finalmente se mantuvo en el rango planeado, pero lo llevó lo más lejos posible. Sin embargo, habrá que esperar al cierre de libros, que está previsto para este martes, tal y como recoge el folleto de la IPO. Goldman Sachs y JP Morgan son los coordinadores de la operación, en la que también participan Bank of America, BNP Paribas, CaixaBank y Banco Santander.
Esta fuerte demanda definitivamente da a la compañía un colchón para cerrar el estreno con subidas, siempre que no haya sorpresas. Fuentes del mercado afirman que la firma ha priorizado la colocación de carteras de grandes fondos porque opera en un sector, el del lujo, donde el interés de los inversores ha aumentado este año. También indican que la demanda ya recogida proviene de fondos e inversores de alta calidad que han presentado las posiciones correspondientes. Uno de ellos es Criteria, que participará en el estreno como socio.
Lola Jaquotot, gestora de patrimonio de Finaccess Value, recuerda que «las empresas de cosmética llevan varios años experimentando un gran crecimiento y muy buenos resultados, lo que hace que sea el mejor momento para garantizar la salida a Bolsa». Ahora estima que «es un poquito más cara». que “nos hubiera gustado”, opinión que también comparten otros directivos. Se estima, por tanto, un P/E de 25, partiendo de una valoración de 14.000 millones y una expectativa de crecimiento anual de entre el 15% y el 20%, lo que sitúa a la compañía «en línea con comparables como Coty (P/E 25 veces), L”Oreal (PER 33 veces) o InterParfums (PER 22,8 veces)”. Una situación que, a su juicio, les deja “escaso margen de seguridad”.
Otro de los temas en los que se centran los directivos es el tradicional descuento que exigen las empresas que tienen dos tipos de acciones, como hará Puig. Un descuento que tradicionalmente ronda el 20%, porque se supone que los títulos B tienen menos derechos políticos que los títulos A: uno frente a cinco en el caso de la empresa de cosméticos. “Cuando una empresa cotiza con acciones A y B, los títulos sin derechos políticos cotizan con descuento porque, aunque en realidad es la misma empresa con los mismos resultados y ganancias, el inversor tiene menos derechos de voto, es decir, menos poder para influir en él. En este caso, este descuento no existe”, afirma Jaquotot.
En la misma línea, otro gestor de fondos cree que a Puig le habría resultado práctico optar por una oferta con descuento ya que para él no era así audio grabado y tener deudas.
La salida a bolsa de Puig se estructurará como una combinación de ampliación de capital y venta directa de acciones. En el primer tramo de la operación, conocida en el mercado como OPS (Oferta Pública de Acciones), la compañía espera recaudar 1.250 millones mediante la emisión de entre 51,02 y 56,81 millones de nuevas acciones. El segundo tramo es una venta de acciones, una IPO (oferta pública), en la que la familia venderá entre 55,51 y 61,81 millones de acciones, por las que recaudará alrededor de 1.360 millones. La ampliación de capital se utilizará para recomprar las participaciones minoritarias no controladas en las recientes adquisiciones Charlotte Tilbury y Byredo, así como para pagar parte de la deuda de la empresa y financiar el crecimiento futuro. Al colocar acciones, la familia puede ganar dinero y facilitar la transición familiar. Además, la empresa prevé una ampliación voluntaria (la llamada zapato verde) del 15%, lo que supondría un endeudamiento adicional de 390 millones de euros.
Puig pone en el mercado el 32% del capital de la empresa; 3 mil millones a una valoración posterior a la IPO de 14.000. En cualquier caso, se preserva el carácter familiar de la empresa. Las acciones ofrecidas a la venta son todas acciones Clase B con menos derechos políticos que las acciones Clase A. Éstas quedan en manos de la familia Puig y tienen cada una cinco derechos de voto (para una de las acciones Clase B). Así, las acciones Clase A propiedad de la familia tienen el 91% de los derechos de voto en la junta general. La Compañía también ha tomado medidas para evitar la venta de acciones Clase A a terceros.
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