Hay otros Ramones cuyo logo no está impreso en millones de camisetas. “Los Ramones españoles” no cantan Bebé te amo, pero escribieron sobre la vida y el tiempo y lideraron los movimientos de vanguardia del siglo XX. Ahora sus voces resuenan a través del actor Pedro Casablanc, que interpreta el papel principal. Teatre Poliorama su brillante monólogo musical Don Ramón María del Valle-Inclán de Ramón Gómez de la Serna bajo la dirección y dramaturgia de Xavier Albertí. Casablanc rinde homenaje a estas figuras literarias con un monólogo -acompañado por el pianista Mario Molina- en el que explora el asunto con humor e ironía momentos vitales y anécdotas del creador de luces bohemias. Tras una gira por varias ciudades españolas acompañada de un trío de críticos, la producción de Teatro Español y Bravo Teatro estará en Barcelona del 17 de abril al 12 de mayo.
Don Ramón María del Valle-Inclán de Ramón Gómez de la Serna busca “aportar una manera de entender la escritura, la ética de la vida, el arte y los grandes cambios de la cultura de masas que se han producido en Europa y especialmente en Madrid, con mucha salsa de la época, cuplés y zarzuelas, pero al al mismo tiempo”. Simultáneamente con música clásica”, explicó el director de la obra, Xavier Albertí, durante la presentación este miércoles en el Ateneo Barcelonés. Tres nominaciones a los Premios Max y dos nominaciones a los Premios Talía respaldan la exploración que Pedro Casablanc hace del escritor Ramón Gómez de la Serna al tiempo que examina la figura de su contemporáneo Valle Inclán.
La historia comienza en el Madrid de principios de siglo. Una ciudad desolada que albergó a la vez la política actual y el germen de la vanguardia artística. Las anécdotas -como el rechazo de Valle Inclán al Premio Nobel José Echegaray- reflejan la forma de ser, la intimidad y la vida cotidiana del dramaturgo y nos invitan a aprender algo sobre sus mecanismos creativos. “El espectáculo no se puede definir por una sola palabra o género”, enfatizó Casablanc. La propuesta escénica combina reflexiones y conversaciones con la música hasta llegar a un “cabaret literario” que permite al actor “quitarse la espina” que le queda tras tantos años de labor profesional: el canto.
Casablanc admite que vive “entre PÁJAROS y aviones” y duerme “en su tiempo libre” para darle al teatro el espacio que se merece entre proyectos de cine y televisión. El actor celebra su llegada a la capital catalana -«que siempre acoge tan bien»- y su debut en Poliorama con un «carácter infinito» y un proyecto por el que siente especial cariño: «Grandes textos como este te permiten». “El actor va más allá de la naturalidad”, aseguró. Admite que “no es un actor de método”, pero para este papel profundizó su conocimiento de Valle-Inclán y del personaje más olvidado de Gómez de la Serna. “Cuanto más conozco a Gómez de la Serna y su visión de Valle-Inclán, más libre me siento en el escenario”.
Director y reparto coinciden en que esta obra da a conocer el «tremendo compromiso» de estos escritores con su arte y el mantenimiento de una forma de vida que se corresponde con su escritura, y viceversa: «Le quito a esta obra ese compromiso absoluto». arte sin concesiones en una época en la que la creación era más difícil”, admitió Casablanc.
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