
El funeral de Estado de las víctimas de la Dana esta tarde en Valencia será un momento especialmente delicado, sobre todo por la presencia de Carlos Mazón, presidente la Generalitat Valenciana.
Las asociaciones de víctimas le han pedido que no comparezca, pero finalmente estará allí. Por ello y para evitar tensiones y centrarse en las víctimas y no en los políticos, según el poder ejecutivo, las autoridades organizaron un discreto saludo a las víctimas. De hecho, este saludo no se incluía en las primeras versiones del programa y finalmente se integró. Fuentes gubernamentales niegan cualquier conflicto con la familia real y aseguran que todo se desarrolló de forma amistosa. El ejecutivo asegura que «nadie impedirá que los reyes saluden a las víctimas». Pero admiten que La Moncloa prefiere centrarse en ellos y hacer lo que les piden y que no quieren acoger a Mazón. Ése es el meollo del problema. También puede haber protestas contra Sánchez, como ocurrió en Paiporta, pero en el centro de la tensión está Mazón.
Por su parte, La Zarzuela indica que está de acuerdo con este cambio de programa para que las víctimas sean acogidas. Belén Domínguez informa cebrián, y señala que se han producido discusiones sobre este tema entre los distintos representantes del Estado. Tanto el Gobierno como la familia real coinciden en que se harán todos los esfuerzos posibles para evitar situaciones tensas como las del funeral en la Catedral de Valencia o en Paiporta.
Es muy probable que al final se rompa el protocolo, ya que la realeza no se negará a saludar a los familiares de las víctimas cuando se acerquen a ellos a la salida. Sin embargo, oficialmente está prevista de antemano una bienvenida discreta. Sin embargo, la atención se centra en Mazón, a quien muchas víctimas no quieren saludar.
