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La discusión sobre cómo debería concretarse la futura ley de amnistía y cuál debería ser su alcance es ahora el principal obstáculo en las negociaciones entre el PSOE y Junts per Catalunya sobre la investidura de Pedro Sánchez. Fuentes de la negociación aseguran que el borrador en el que están trabajando las partes no hace referencia específica a ninguno de los procesos judiciales iniciados a raíz del 1-O, sino a delitos y conductas de carácter político relacionados con el proceso independentista. El partido de Carles Puigdemont teme que esta actitud pueda provocar la dimisión de figuras clave del partido Procesos fuera de la protección de la amnistía. Junts cree que hay que conseguir que la amnistía no llegue sólo a los organizadores del acto Procesos y a los manifestantes, pero también a todas las personas que, a su juicio, fueron sometidas a una especie de “persecución” judicial por ser independentistas.
En particular, Junts duda de que la propuesta actual, ya aprobada por los republicanos, sea capaz de exonerar a los investigados en dos casos macrojudiciales que siguen al referéndum del 1 de octubre de 2017: el caso voloh y eso caso Tsunami democrático. Josep Lluís Alay, amigo de Puigdemont y jefe de su despacho en Waterloo (Bélgica), actúa como investigador en ambos procedimientos. Además, Alay está siendo procesado y enfrenta una pena de prisión de tres años por malversación y subterfugio, delitos que persisten. a priori, del alcance de la amnistía si su conexión con el Procesos– por conseguir que la Generalitat utilizara dinero público para pagar un viaje que hizo al referéndum de autodeterminación en Nueva Caledonia en noviembre de 2018.
Él caso voloh, Un juzgado de Barcelona investiga el presunto desvío de fondos para financiar el 1-O e involucra a miembros del llamado “Estado Mayor del Procedimiento»; Personas que estaban fuera del gobierno para ayudar a que se llevara a cabo la consulta. Además de Alay, se investigaba a otra persona cercana a Puigdemont: Víctor Terradellas, exresponsable de relaciones internacionales de la disuelta Convergència. Al mismo tiempo, el caso también investiga tratos supuestamente irregulares por parte de algunas personalidades asociadas a los dos grandes grupos secesionistas. El empresario Xavier Vendrell, exconsultor de ERC, está siendo investigado por influir en una medida urbanística. El empresario David Madí, ex alto funcionario de Convergentes, fue exonerado.
El caso comenzó cuando la policía, que investigaba las subvenciones irregulares en la Diputación de Barcelona, encontró conversaciones grabadas entre Terradellas y Madí y Vendrell. Las conversaciones se remontan a mayo de 2018. Recordando los acontecimientos de octubre de 2017, Terradellas explica que estuvo en contacto con presuntos emisarios del Kremlin que prometieron la llegada de 10.000 soldados rusos si, a cambio, Cataluña obtenía la independencia y reconocía la anexión de Crimea. El juez no consideró mera fantasía estos comentarios y examinó de cerca una supuesta conspiración rusa Procesos eso no se materializó y finalmente fue archivado.
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Con el tiempo, Voloh Perdió aire. En el verano de 2022, el juez archivó la causa abierta contra Alay por supuestas operaciones de compra y venta de petróleo entre empresas rusas y chinas al no ver pruebas “sustanciales” de delito. Sin embargo, el agente de Puigdemont siguió siendo investigado en tres partes distintas Voloh; uno de ellos por supuestamente pedir información a uno mosso d’esquadra para saber si se aplican restricciones de viaje al extranjero. La investigación generalmente permanece inactiva porque el mismo juez tuvo que hacerse cargo Caso Negreira, sobre los pagos millonarios del Barça al ex árbitro español número dos.
Un caso de difícil adaptación
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La diversidad de la caso voloh, más allá de los de carácter político, encaja en una compleja ley de amnistía. Fuentes republicanas admiten que la ley sólo debería abordar conductas relacionadas con ella Procedimiento, y ningún trato preferencial ni medidas de planificación urbana. Según estas fuentes, no se deberían nombrar personas concretas por el riesgo de que personas cercanas a la organización no se beneficien. Por su parte, Junts cree que Laura Borràs -condenada por dividir contratos a favor de un amigo- está excluida de la amnistía, pero insiste en que la ley abarque al mayor número de personas posible. El secretario general del partido, Jordi Turull, afirmó en un mensaje a la ejecutiva: «Hemos trabajado duro en la amnistía y no abandonaremos a ningún soldado. No vamos a llevar a cabo una amnistía para personalidades importantes». Hay mucha gente que no está en primera línea, que se ha arriesgado, que no se ha rendido y que tiene que soportar acusaciones muy brutales». Fuentes cercanas al partido insisten en que no debe haber dudas sobre quién caerá bajo la amnistía, aunque Como señalan que la ley «nunca se ha abordado en relación con los nombres propios», no aportan la mayor aclaración posible.
El otro gran proceso judicial tras el 1-O que inquieta al independentismo (y que está en parte alimentado por las conversaciones telefónicas de…). Voloh) es él caso Tsunami democrático, Así lo instruye el Tribunal Central de Justicia con instrucción número 6 de la Audiencia Nacional. El juez investiga a los organizadores de las protestas, en ocasiones violentas, que movilizaron a los ciudadanos contra el veredicto Procesos – que condenó a prisión a los líderes independentistas en octubre de 2019. Uno de los investigadores es Josep Lluís Alay.
Dado que las negociaciones se encuentran en una zona de conflicto, el viernes se conoció el informe final presentado por la Guardia Civil al juez Manuel García Castellón. Los agentes colocan a nueve personas en las tareas “organizativas” del movimiento; entre ellos la secretaria general de ERC Marta Rovira (que huyó a Suiza desde 2018), el ex concejal Xavier Vendrell y el parlamentario Rubén Wagensberg. Según la investigación, el objetivo del tsunami era llevar a cabo acciones «a gran escala» que movilizaran a miles de personas y «pusieran en peligro la estabilidad económica, social, empresarial e institucional de España». Algunas protestas, en particular el bloqueo del aeropuerto de Barcelona el 14 de octubre de 2019, resultaron en “una grave alteración del orden público y la paz”. La hipótesis original era que el tsunami tenía como objetivo socavar el orden constitucional y hacer efectiva la independencia de Cataluña.
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