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El candidato del movimiento semilla progresista Bernardo Arévalo avanza a la segunda vuelta a la presidencia de Guatemala con el peso de una investigación fiscal que ha alentado la criminalización de exmagistrados y periodistas como el director de el periódico, José Rubén Zamora y el exfiscal anticorrupción Francisco Sandoval. Con varias investigaciones en curso, los fiscales lograron persuadir a un juez de menores de edad para que ordenara «urgentemente» al Tribunal Supremo Electoral revocar la personería jurídica del Movimiento Semilla, un partido que tiene como objetivo combatir la corrupción y frenar la propagación del autoritarismo. profundizado durante el gobierno de Alejandro Giammattei. El tribunal electoral se ha negado a cumplir con la orden, lo que constituye una injerencia en sus funciones y es inviable dado un proceso electoral en curso.
La presión para descalificar al movimiento semillero continúa, y este martes el juez Fredy Orellana y el fiscal a cargo de Rafael Curruchiche volvieron a la acusación. El juez ordenó investigar al funcionario electoral que incumplió la orden de disolución del partido, considerada ilegal por la mayoría de los estudiosos del derecho, y se confirmó que había dictado órdenes de captura contra dos exmilitantes del movimiento Semilla, Cinthya Rojas y Jaime, decretó Gudiel, quien presuntamente tuvo que ver con el apoyo irregular a la formación del Grupo Promotor del Movimiento Semilla, la causa penal que pretendía ensombrecer la candidatura de Bernardo Arévalo.
La Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI) también instó al registro civil a informar si cumplieron con la cancelación del partido. El tribunal electoral presentó el informe y mantiene los amparos otorgados al movimiento semilla por la sala constitucional, que ampara y garantiza el desarrollo de la segunda vuelta electoral con los ya oficiales candidatos: Sandra Torres de la Unidad Nacional de la Esperanza y Bernardo Arévalo, de Semilla. Y con la segunda vuelta en marcha y prevista para el 20 de agosto, como ya indicó el tribunal, los partidos políticos no se pueden disolver.
La iniciativa de Orellana de investigar el Registro de Ciudadanos es considerada un «abuso de poder» por parte del departamento legal de Semilla, y el juez es acusado de imparcialidad y mala fe. El partido, un grupo de abogados y la organización Acción Ciudadana han imputado penalmente a Orellana por dictar resoluciones que violan la constitución, así como por otros delitos como subterfugio.
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El caso llamado por el fiscal corrupción de semillas Se trata de la denuncia de un ciudadano sobre la falsificación de su firma durante la conformación del grupo promotor del partido político Movimiento Semilla, donde los dos excombatientes tendrían que arreglárselas con una orden de aprehensión. En las últimas semanas, que han coincidido con el avance de Semilla a segunda vuelta, la fiscalía de Curruchiche ha pisado el acelerador en su investigación sobre la denuncia recibida en mayo del año pasado. El fiscal trató de disipar sospechas sobre los móviles políticos del caso, asegurando que había recibido un dictamen pericial el 11 de julio, un día antes de que el tribunal electoral anunciara oficialmente los resultados de la primera vuelta electoral del 25 de junio.
La participación de Bernardo Arévalo en la segunda vuelta, prevista para el 20 de agosto, está asegurada por un amparo otorgado por la Corte Constitucional al movimiento semillero, que, sin embargo, deja el camino abierto a las acciones de persecución penal que se vienen adelantando desde que la fiscalía investiga periodistas, funcionarios encargados de hacer cumplir la ley y actores que se sienten incómodos con el gobierno. El sociólogo de 64 años y actual diputado de Semilla no rehuye hablar de un caso «fabricado» en sus mítines y enfatiza ante sus seguidores que se trata de un «caso falso». «¡Nos seguirán asustando, intimidando, intimidando y usarán cualquier pretexto para intentar atacar el manantial que avanza como un huracán!», protestó el candidato ante la multitud en una zona rural el domingo pasado. Discurso ciudad en el oeste. del país.
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La semana pasada, los fiscales registraron el Registro de Ciudadanos, la agencia responsable de registrar los grupos políticos, y confiscaron todos los documentos relacionados con el movimiento de semillas. El operativo duró más de 10 horas y fue realizado por agentes encapuchados y fuertemente armados, hazaña que sorprendió incluso a los jueces del tribunal electoral. Ante las sospechas por posibles cambios en el expediente, el juzgado dijo que “tiene copia de seguridad de todos los documentos incautados por la fiscalía”.
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Más allá de los enredos legales y judiciales, el caso cumple una función mediática de desvirtuar la imagen de los líderes de Semilla y desafiar la actitud anticorrupción que los distingue de otros partidos y los ubica entre los favoritos del electorado, que votó en contra del sistema, analiza el contexto político científico Luis Mack. En la encuesta del 25 de junio, Arévalo obtuvo el 12% de los votos, frente al 15% de su candidata Sandra Torres. El 17% de los 5,5 millones de ciudadanos que acudieron a las urnas votó cero.
El Ministerio de Estado difundió dos grabaciones de Curruchiche hablando al respecto Caso de corrupción de semillas derivado de la denuncia de un ciudadano cuya firma fue falsificada durante la fundación del grupo de apoyo al Movimiento Semilla. Este grupo debe contener más de 23.000 adhesiones. En ninguno de los dos videos producidos por el fiscal Curruchiche da mayor información sobre los hechos denunciados. No especifica quién falsificó la firma y bajo qué circunstancias.
En sus videos, Curruchiche asegura que se falsificaron las firmas de otras nueve personas, pero no cuenta con el análisis caligráfico que lo confirme. El fiscal también presenta errores en los formularios de adhesión de dos simpatizantes -una muestra ínfima si se tiene en cuenta que el partido debió presentar alrededor de 2.000 formularios- y asegura que hay anomalías con más de 5.000 firmas. Los análisis científicos u otros medios que confirmen sus afirmaciones “todavía están pendientes”, dice Curruchiche.
El fiscal de Movimiento Semilla, Juan Guerrero, señala la mala fe de Curruchiche cuando advierte que las hojas de adhesión que ha cuestionado en sus actas ya fueron evaluadas y rechazadas por el registro civil, es decir que no fue así. en los procedimientos de apoderamiento de parte se tienen en cuenta. Es decir, Curruchiche pretende llevar a nivel penal un asunto ya resuelto administrativamente, asegura, pero conviene anticipar ahora que ahí está Semilla como opción antisistema. “Es una venganza de las máquinas ajenas al Ministerio Público que no vieron venir a Semilla”, afirma Guerrero a EL PAÍS.
Curruchiche asegura que según la teoría fiscal aún no confirmada, Semilla pagó 7 quetzales (0,90 dólares) por cada firma, de las cuales alrededor de 5.000 fueron falsificadas, por lo que basa su investigación en el lavado de dinero. Sin la sospecha de lavado de dinero, el caso tendría que ser procesado por otra fiscalía.
Según Guerrero, la mala fe también es evidente porque la dirigencia de Semilla se enteró de la falsificación de la firma de un ciudadano y denunció la situación a la Secretaría de Estado, pero ahora está bajo investigación. Sobre el supuesto pago por firmas, Guerrero aclara que se trata de contratos con dos agentes para el cobro de adhesiones, a quienes se les pagaba por cada firma válida. Y esos contratos ya los tiene el ministerio público, dice.
La redirección del poder
Las circunstancias en las que se abre el juicio contra el movimiento de semillas demuestran que se trata de un caso clásico de “ausencia de poder”, explica a EL PAÍS el abogado internacionalista Cristian González. Su enfoque se basa en que quienes detentan el poder pueden encontrar artículos para citar o utilizar un tipo penal para ocultar motivos o propósitos arbitrarios. El propósito es anular el partido y empañar la imagen pública de sus candidatos, dicen varios analistas, y también confundir a la población para que opte por la indiferencia.
adentro caja de semillas, Los fiscales han señalado que no se solicitó la disolución del partido, sino que se trató de «una medida cautelar para quitarle personalidad jurídica» a la formación, aplicándose la ley contra la delincuencia organizada y no las normas especiales y constitucionales que rigen todo lo relacionado con la política. organizaciones
La estrategia habitual de los desviadores de poder es confundir a la población con supuestas pruebas de hechos ilícitos, como observa González en el caso contra Semilla, pero no se explica la selectividad de la persecución ni por qué los hechos son realizados en un momento dado por uno solo. de los 30 partidos probados en Guatemala y está a punto de pasar a la segunda vuelta.
El impulso criminal contra Semilla se basa en una estrategia de suprimir candidatos y garantizar que la población no tenga más remedio que votar por opciones relacionadas con la empresa en el poder. Tres candidatos presidenciales han sido dejados de lado por decisiones judiciales en el proceso más vigilado y frágil de la era democrática de Guatemala. El analista Marco Canteo asegura que pretende «anular cualquier posibilidad de cambio, por pequeña que sea». Las acciones se asemejan a la dinámica de Hammerspiel, que asume golpear cabezas si se destacan, como lo hizo Semilla en las elecciones del 25 de junio.