Advertisement
Un gato serval -un gato montés originario de varias zonas de África- atacó el pasado jueves a un perro y a un gato doméstico en una casa de Canet de Mar (Barcelona). El dueño de la mascota atacada logró capturar al serval y llevarlo a un centro veterinario, que dispuso su traslado a un centro de recuperación.
El gato apareció muy agresivo en la casa de la mujer sin que ella supiera de dónde venía. Pudo retenerlo y llevarlo al Centre Veterinari Hàbitat Canet, donde se descubrió que no tenía chip identificativo. Los sanitarios se pusieron en contacto con la Fundación de Asesoramiento y Actuación para la Protección de los Animales (FAADA), que notificó al gobierno catalán. El grupo de agentes rurales trasladó el serval al Centro de Fauna de Torreferrussa (Barcelona), donde, según FAADA, permanecerá hasta encontrar un lugar donde poder rehabilitar esta especie. La organización animalista lamenta que en la Generalitat no existen santuarios públicos para animales salvajes, por lo que la estancia del gato puede prolongarse más.
El serval vive en las praderas y sabanas del África subsahariana y está incluido en el Apéndice II de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites). Entonces, si no se controla su comercio, la especie podría estar en peligro de extinción. . Sin embargo, FAADA admite que la tenencia de estos animales era legal hasta el pasado septiembre de 2023, y ahora la organización asegura que con la Ley Nacional de Protección de los Derechos y Bienestar de los Animales queda prohibida la tenencia de mamíferos silvestres adultos adicionales de cinco kilogramos. . El serval es un depredador carnívoro solitario que puede saltar hasta tres metros de altura y pesar hasta 18 kilogramos.
Advertisement
En el mercado negro se pueden pagar más de 8.000 euros por un ejemplar de este gran felino que, según FAADA, nunca será completamente domesticado. “Tener un gato serval como mascota es peligroso porque la frustración y el malestar que conlleva el cautiverio pueden llevarlos a ser aún más agresivos de lo normal, mordiendo, arañando y destrozando objetos, además de que la falta del mismo puede desarrollar un comportamiento estereotipado. en las fuentes”, concluye Faada en un comunicado.
puedes seguir Clima y medio ambiente En Facebook Y Xo regístrate aquí para recibirlo Nuestro boletín semanal
La información es el primer remedio contra el cambio climático. Suscríbete.
Suscribirse a