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Elena Pérez, como muchas antes que ella, descubrió que tenía Covid porque ya no podía oler la comida. Un día de enero de 2021, las cosas empezaron a ponerse mal. Al principio pensó que era bronquitis hasta que se dio cuenta de que había perdido por completo el sentido del gusto y del olfato. “Era el síntoma más común en ese momento, todo el mundo lo veía como una prueba de que tenías Covid”, recuerda el madrileño de 55 años. Lo que no podía imaginar es que hasta el día de hoy, casi tres años después de ese diagnóstico, todavía no reconocería la mayoría de los olores más básicos con los que había estado familiarizada desde la infancia. “Todo huele a cloaca, a tabaco o a quemado. “A veces huelo cosas que no existen”, explica.
Según un estudio científico de la Universidad de Singapur, se estima que, al igual que Pérez, en el 5,6% de los pacientes infectados por Covid el cambio de olfato dura más de seis meses. La anosmia y la ageusia -o la pérdida del sentido del olfato y del gusto- son dos consecuencias comunes del Covid persistente, la enfermedad que afecta a personas que han sobrevivido a la infección pero que aún presentan algunos síntomas años después. “No es correcto hablar de secuelas, porque en este caso los efectos persisten en el tiempo y no disminuyen en intensidad”, afirma Jordi Matías-Guiu del Hospital Clínico San Carlos de Madrid.
El neurólogo explica que, a diferencia del perfil demográfico de las personas que han pasado la enfermedad en fase aguda, los pacientes con Covid persistente suelen tener entre 30 y 60 años, lo que hace que las consecuencias cotidianas sean más graves. porque incluso puede impedirte trabajar. Este es el caso de José Méndez, un economista de 50 años que fue despedido mientras estaba de baja por una enfermedad persistente de Covid que padece desde mayo de 2021. Apenas puede hablar por teléfono mientras camina porque Le falta el aire y además no ha recuperado el olfato.
“La anosmia es algo que no te limita tanto como otros síntomas, pero puede tener efectos muy graves e incluso acabar con la vida”, admite Méndez, que también es presidente de la Asociación Madrileña de Covid Intratable. “Si algo se quema, no lo huelo. Si hubiera un incendio, no lo notaría aunque estuviera detrás de mí. Hace unos meses dejé el gas abierto en casa y no me enteré hasta que regresó mi mujer. Por suerte la ventana estaba abierta y no pasó nada malo”.
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Aún se desconocen las razones exactas por las que algunos pacientes aún no recuperan el sentido del olfato tantos meses después de la infección. “Parece que el virus Covid tiene una afinidad específica para infectar las células del epitelio olfatorio y sus neuronas, lo que afecta directamente al olfato y al gusto”, explica Joan B. Soriano, epidemiólogo del Hospital La Princesa de Madrid y consultor de la OMS en el grupo de trabajo que definió el Covid persistente. En un estudio publicado en la revista sobre autopsias de pacientes fallecidos por Covid agudo y persistente Naturalezael virus fue detectado en el bulbo olfatorio.

Soriano estima que desde el estallido de la pandemia la proporción de pacientes que presentan alteraciones del olfato y del gusto en la fase aguda ha sido del 40%. Sin embargo, en la mayoría de los casos, esta pérdida es temporal y se recupera por completo al cabo de unos días o semanas. “En nuestra clínica ambulatoria de Covid persistente se han observado a más de 700 pacientes, algunos de ellos desde abril de 2020, y menos del 10% experimentaron cambios permanentes en el gusto o el olfato”, admite el epidemiólogo. Sin embargo, aunque la anosmia sólo afecta a una minoría de la población y no puede considerarse uno de los síntomas más incapacitantes, el médico advierte que puede derivar en graves problemas emocionales e incluso depresión y ansiedad. “Puede provocar malestar o inestabilidad, especialmente durante las comidas. Es importante que los pacientes busquen consejo médico para investigar la causa subyacente y buscar soluciones”, añade Soriano.
Reentrenamiento del sentido del olfato.
Carmena Zamora (56 años) comenta que desde la primera ola de Covid intenta recordar a qué sabe un filete de ternera. Toda su familia enfermó, pero sólo ella y su hija aún no han recuperado el olfato y el gusto. “Tienes el recuerdo de cómo lo disfrutaste. Pero cuando lo pruebas y no sabe a nada, es muy molesto. “No puedes disfrutar de comidas con amigos o de comidas que antes te gustaban y que ahora huelen fatal”, lamenta Zamora. Lleva años haciendo aromaterapia pero dice que no ha notado ninguna mejora. “Lo peor es que a veces te olvidas que tienes ciertas limitaciones. De vez en cuando, recalentaba alimentos que dejaba fuera del refrigerador y los comía sin darme cuenta de que estaban malos. No lo hueles. Es muy frustrante”.
“Hoy en día, reciclar el sentido del olfato es la única terapia que ha demostrado tener efecto”, afirma la otorrinolaringóloga Blanca Mateo, que trabaja con pacientes con enfermedad persistente de Covid en el Hospital La Paz de Madrid. Tampoco hay muchos avances en el campo de la medicación. Un fármaco antiviral de la farmacéutica japonesa Shionogi, actualmente en fase dos de ensayos clínicos, ha demostrado ser eficaz para acelerar la recuperación de los sentidos del olfato y del gusto, pero sólo cuando se toma en los primeros días de la infección.
El tratamiento de rehabilitación olfativa es muy sencillo pero requiere mucha paciencia. “Los resultados pueden variar mucho según el tipo de paciente. A algunos les irá bien sin importar lo que hagan. Otros están muy motivados y tienen éxito. Sin embargo, también hay quien lo intenta durante mucho tiempo sin conseguir ningún avance y se cansa”, explica Mateo. Se seleccionan cuatro esencias de los cuatro diferentes grupos olfativos mentolados, críticos, aromáticos y florales y hay que hacer algunos ejercicios dos veces al día para poder reconocer los aromas con los ojos cerrados. Una vez que hayas logrado memorizar estas esencias, selecciona otras nuevas y comienza de nuevo.
Sin embargo, Soriano advierte que si la anosmia está relacionada con daños en el sistema olfativo del cerebro o en las células olfativas de la nariz, una recuperación completa puede ser imposible. “Aparte del tratamiento de una infección nasal con antibióticos o de la congestión nasal con corticoides, no existen medicamentos específicos para restaurar el sentido del olfato. Hay que recordar que la vacunación y la revacunación son uno de los pocos factores protectores contra la aparición y exacerbación de la enfermedad Covid persistente”, señala.
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