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La cámara de vigilancia doméstica del supermercado Minisuper 24 horas de la Avenida Alfons XIII de Badalona captó un surrealista intento de robo el pasado miércoles por la mañana. Tal fue la resistencia del dependiente de este pequeño supermercado que el ladrón, que amenazó a la cajera con un gran cuchillo, terminó yéndose con las manos vacías, confesando: “Me voy porque tengo un ataque de ansiedad”.
Syed Ahsan Abbas es un pakistaní que llegó a trabajar al supermercado de su hermano en Badalona hace tres años y nueve meses. Dejó a su mujer e hijos en Pakistán y viajó por medio mundo en busca del sueño europeo. Desde entonces ha trabajado en turnos de 12 horas en el supermercado y toma el relevo de su hermano. A las 3:07 a. m. del 7 de junio, una mujer con el rostro cubierto y un cuchillo grande entró en la tienda de comestibles y comenzó a gritar: «Cierren las persianas». En la imagen captada por la cámara se puede ver cómo el cajero no pierde los estribos e intenta calmar al siguiente ladrón: «Cierra las persianas o estás muerto». y comienza a distanciarse y amenazar al perpetrador. “Me vas a pegar, pero te voy a matar”, grita el ladrón, cada vez más nervioso. Empiezan a pelear y el agresor le ruega: “Dame lo que tienes en la caja y me voy”. tener un ataque de ansiedad».
EL PAÍS visitó a Ahsan en las mismas instalaciones donde se produjo el robo. El supermercado está presidido por un rótulo luminoso diseñado para atraer clientes con el título Minisuper 24 Horas y otro rótulo del negocio que antes era una tienda de abarrotes: La Bona Fruita.
“Es la primera vez que intentan robarme en años. El ladrón está loco. Estaba asegurada, pero sé quién es y está luchando”, comentó el oficial del caso. Después del robo, Ahsan pide tranquilidad. “Alguien debería ayudarme a relajarme porque aunque parezca una tontería, fue muy duro”, advierte, mientras muestra las puñaladas que hizo el ladrón en el mostrador y en la pantalla de la caja. En la trastienda guarda el taburete rojo que usaba para defenderse. “Mira también lo apuñaló con el cuchillo. «Esta silla me salvó la vida», dice.
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“Le ofrecí darle una cerveza pero él quería todo mi dinero y yo no lo quería”, concluye. El dependiente muestra un pequeño corte en el pulgar de su mano derecha: «No se ve en las cámaras, pero traté de sacar el cuchillo y me cortó».
Ahsan no cerró la tienda después del intento de robo. Este viernes pasará la noche detrás del mostrador. Espera no tener que enfrentarse a nuevos criminales. Los vecinos de la calle están preocupados por él tras ver el vídeo en las redes sociales. Esta semana se convirtió en el héroe que detuvo el robo que provocó un ataque de pánico a la mujer encapuchada, que estaba a punto de vaciar la caja del supermercado.
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