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Una exposición exclusivamente con mujeres artistas llega a la Fundación Helga de Alvear en Cáceres, uno de los museos de arte contemporáneo más importantes de Europa. Bajo el título escribir todos sus nombresLa exposición no solo apunta a la necesidad de visibilizar a las mujeres creadoras, sino que ofrece una genealogía entre tres generaciones de mujeres creadoras que cuentan el mundo en términos femeninos. La exposición consta de 50 obras de 15 autores de origen iberoamericano y está abierta hasta el 29 de octubre. Es una coproducción con el Palais Populaire de Berlín. Todas las piezas provienen de la colección Helga de Alvear, que consta de alrededor de 3.000 obras, 500 de las cuales están firmadas por artistas. El 25% de las piezas expuestas se muestran por primera vez al público, como una serie de 177 cuadros de Soledad Sevilla que acaba de adquirir la galerista.
En la entrada principal del edificio diseñado por Emilio Tuñón, sobre la pared de fondo blanco, hay una frase contundente y fácil de entender escrita en oro, que también es muy indicativa del contenido de la exposición: “Revolución, mantén tu promesa.” La inspectora Lola Hinojosa explica que se trata de una cita de la artista Dora García (Valladolid, 58 años) de la consigna que la activista mexicana Margarita Robles de Mendoza levantó frente a la Cámara de Diputados de México en 1936 para exigir la voz de mujer.

Hinojosa, directora del departamento de artes escénicas del Reina Sofía, explica que la exposición empieza y acaba con la obra de Dora García, para ella una de las artistas españolas contemporáneas más importantes. La pieza de la que eligió la frase áurea se titula 100 obras de arte imposibles (2001). Para la ejecución de la sentencia se utilizaron 236 láminas de pan de oro de 23,75 kilates. “Dora García escribió cien frases en una pared que podían ser instrucciones, utopías o ejercicios. Pero también pueden leerse como un mandato para actuar”, explica la curadora. Y añade que el acercamiento a la escritura es común a todos los artistas que participan en la exposición: «Para ellos, el lenguaje, el cuerpo, el espacio y la performatividad son parte esencial de su obra». siglo.
El comisario admite que la lista podría ser más larga, pero siempre hay que elegir, y en este caso había que elegir entre aquellos cuya obra había abordado dos temas esenciales: lo necesario y lo imposible. Ellas son Elena Asins, Vera Chaves Barcellos, Ángela de la Cruz, Esther Ferrer, Dora García, Sarah Grilo, Cristina Iglesias, Aurelia Muñoz, Carmen Láffon, Eva Lootz, Erlea Maneros Zabala, Soledad Sevilla, Susana Solano, Montserrat Soto y Eulàlia Valldosera .
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Lenguaje político y poético
Lola Hinojosa admite que era consciente de que había artistas y referentes antes de 1960, pero afirma que quería recordar que en los años sesenta y setenta no solo hubo una revolución feminista, sino también una revolución en el arte: Los artistas rompieron con las limitaciones de Los museos y galerías de arte han revolucionado los géneros y el concepto de arte. Casi todos encontraron en el arte conceptual un nuevo lenguaje formal, el arte del país y posminimalismo. Este lenguaje puede ser político, poético y personal al mismo tiempo.

En una exposición muy literaria, el curador usó la escritura para unir la narrativa. Las tres generaciones de artistas representadas describen su especial manera de mirar y habitar el mundo. Las obras brotan de fuentes tan inspiradoras como números, partituras, tejidos, melodías, paisajes y reflejos.
arte y ciencia
El recorrido expositivo ofrece encuentros sorprendentes entre artistas de los que en su mayoría no se hablaba, pero que podían hablar un mismo lenguaje desde sus diferentes tipos de obra. Estas complicidades de lejos se pueden observar en la sala dedicada al silencio. En estas salas, Esther Ferrer (San Sebastián, 85 años) y Elena Asins (Madrid, 1940 – Azpíroz, Navarra, 2015) se muestran unidas por su afición al pensamiento matemático, el estudio de las filosofías orientales y la concepción de la obra como una partitura musical. Es un mundo donde el arte parece estar ligado a la ciencia y en el que también participa una mujer mucho más joven que las anteriores: Erlea Maneros Zabala (Bilbao, 46 años). Expone una serie que creó en su rancho de California, en la que la coincidencia y la abstracción geométrica se combinan para hablar del peso histórico del lenguaje.

El camino de la exposición transcurre entre obras de filosofía, poesía, sexualidad y naturaleza. Prueba de esto último es el espectacular aceite La sal. Salinas de Bonanza (2017-2019), de Carmen Laffón. El cuadro, pintado en Sanlúcar de Barrameda, es también un ejemplo de la carga autobiográfica contenida en muchas de las obras firmadas por mujeres artistas.

¿Un gueto necesario?
Cuando se le pregunta a la curadora si tiene sentido a estas alturas del siglo XXI seguir teniendo exposiciones solo con mujeres artistas, Lola Hinojosa admite que esa pregunta a veces también la ronda. En el libro/catálogo editado con motivo de la exposición, Hinojosa habla de ello con Dora García y Esther Ferrer. Ambos parecen reacios al principio, pero quizás sea Ferrer quien mejor resume un sentimiento compartido: «Creo que tiene sentido hacer cualquier cosa que sacuda los cimientos de lo aceptado y establecido, y creo que tiene sentido mostrar el trabajo de mujeres artistas .”

La curadora responde: “Aunque han pasado casi 50 años desde la primera exposición de mujeres, en realidad aún queda mucho por hacer. Y ante una ola de conservadurismo como la que estamos presenciando, soy de los que creen que lo que no se nombra no existe. Debemos continuar exponiendo a las artistas femeninas”.
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