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Élite Taxi ha convocado este martes una nueva movilización contra los vehículos de transporte ilegal con conductor (VTC) en Barcelona. Alrededor de 650 taxis salieron pasadas las 10.30 horas de Plaza Espanya en dirección a Gran Vía con dos objetivos principales: la regulación de las licencias VTC en las que trabaja la Generalitat y la «campaña de descrédito» de la plataforma Cabify. Tito Álvarez, portavoz de Élite Taxi, ha anunciado que pretenden ocupar todo el Passeig de Gràcia: “Continúa la invasión de VTC ilegales controladas por Uber, Cabify y Bolt. Si no operan legalmente, no habrá”. Paz en Barcelona hasta que se vayan y los echemos”.
Los taxistas de Barcelona siguen esperando la aprobación de la ley del taxi, que quedó paralizada por las elecciones anticipadas. “La ley debería haberse aprobado en junio del año pasado. “Cada vez que ponen más vehículos en la carretera, esta gente actúa con impunidad”, se queja Marco Luque, taxista de Barcelona. Nicolás, otro conductor, critica que la falta de regulación de las VTC agrava la inseguridad de los taxistas: “Precarizan nuestro trabajo. Para ganar un salario digno hay que trabajar 14 horas al día. Hay más tráfico y más contaminación”.
José Franco, miembro de Élite Taxi, también pide una regulación de las VTC: “Con las nuevas elecciones se ha paralizado todo y ahora salen nuevas VTC y no hay regulación para ellas, ni Bolt, ni Cabify ni”. Uber opera ilegalmente VTC que no tienen permiso para operar en la ciudad.» «Pedimos a la Generalitat que regule esto. Estas plataformas permanecen en el limbo. Queremos que entre en vigor un sistema de permisos donde se les obligue a mantener coches legales”, añade Álvarez.
Respecto a la «campaña de descrédito» de Cabify, Élite Taxi se refiere a la «huelga de maletas» que la plataforma organizó hace unos días en la estación de Sants para denunciar que se están formando grandes colas de viajeros porque no hay suficientes licencias para taxi y VTC admite a Cabify . Elite Taxi lo calificó de «acto ilegal» y aseguró que «degrada el servicio de taxi en Barcelona». Luque denuncia que Cabify no tenía permiso para realizar la protesta. “En una esfera de influencia, no pueden realizar una campaña publicitaria y utilizar publicidad engañosa para sacar a los clientes del taxi. Si yo, como taxista, hiciera eso, sería una infracción muy grave y punible”. “Tú lo permitiste”, dice el taxista.
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A media mañana sólo quedaban dos carriles en la Gran Vía ya que el resto estaban ocupados por taxis. Los vehículos estaban vacíos y los conductores esperaban en la calle a que llegara el resto de sus compañeros. En el cruce entre Passeig de Gràcia y Gran Via se escuchó un fuerte estruendo de pitidos interminables, alentado por los organizadores de la convocatoria con gestos de “más volumen” y megáfonos. Con pipas en la boca y humo de fuegos artificiales, los taxistas se concentraron en la rotonda y esperaron a que llegaran otros taxistas como si de una carrera ciclista se tratase.
Una vez ocupado el Paseo de Gracia se convocará una reunión de trabajadores para acordar los próximos destinos del Taxi de Barcelona. El portavoz de la plataforma anunció que esta sería la última manifestación en el centro de Barcelona. “Las próximas movilizaciones se darán en la zona de cruceros y el puerto para hostigar a los turistas, y no a nuestra gente”, afirma Álvarez.
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