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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado este jueves que su Gobierno contará con un nuevo cuerpo de asesores científicos para mejorar las políticas públicas, dar respuesta a las emergencias basada en evidencia y trabajar en el desarrollo de estrategias a largo plazo ante la crisis participar en los grandes desafíos del presente.
Con esta medida, valorada en 10 millones de euros al año, España pretende paliar una escasez histórica de asesores científicos en el gobierno, común en otros países europeos, en la UE, pero también en Estados Unidos o Canadá. El Presidente quiere que España asuma un papel de liderazgo en Europa en este ámbito.
Este jueves se publicarán las primeras convocatorias de inclusión en este nuevo ranking, que prevé la creación de un cargo oficial de asesor científico equiparable al de asesor parlamentario.
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Moncloa busca científicos de todos los campos del conocimiento que sean doctores y tengan curiosidad por conocer la administración desde dentro. Su principal tarea será responder a las preguntas de los funcionarios políticos y tender puentes entre el mundo de la evidencia científica y la administración, entre los que a menudo existe una brecha de incomprensión mutua. Cada uno de los 22 ministerios del Gobierno de Sánchez contará con uno de estos asesores en su gabinete, incluido el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades que dirige Diana Morant, ya que en este departamento también será necesario un mejor asesoramiento en políticas públicas, sostienen fuentes de Moncloa.
El presidente del Gobierno anunció estas nuevas medidas durante un acto oficial en la sede del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el mayor organismo científico público del país. “Nos enfrentamos a desafíos sociales, tecnológicos y ambientales muy complejos. Y lo hacemos con el cerebro lleno de prejuicios y distorsiones. Para superarlos, debemos aprovechar el amplio conocimiento científico generado por nuestras universidades y centros de investigación en el sentido más amplio, incluidas las ciencias naturales, las ciencias sociales y las ciencias humanas”, dijo en su discurso. “A todos los científicos españoles, a todas las científicas, les pido que no se contenten con ser meros espectadores. Necesitamos tu ayuda. Que aportéis vuestro conocimiento y pasión para ayudarnos a hacer de España un país mejor”, añadió el presidente.
Otro pilar importante del nuevo sistema de asesoramiento será el CSIC, donde se creará una nueva oficina con 11 asesores más. La inspiración para este nuevo organismo será la Oficina C de la Cámara de Representantes, que funciona desde hace dos años y produce informes sobre diversos temas para los parlamentarios.
Él Cerebro Quien coordinará este nuevo sistema será la Oficina Nacional de Asesoramiento Científico (ONAC), encabezada por el ingeniero y sociólogo Josep Lobera, ex mano derecha de Diana Morant en el Ministerio de Ciencia. El nuevo cargo depende de la Presidencia del Gobierno y recae en la Secretaría General de Políticas Públicas, Asuntos Europeos y Prospectiva Estratégica de la Presidencia del Gobierno, que ocupa actualmente el historiador Diego Rubio. Otros 12 consultores trabajarán en la ONAC.
La intención de La Moncloa es cubrir todos estos puestos después del verano, empezando por los enviados a los ministerios y cuya elección se prevé que se produzca en octubre, hasta el año que viene. A este grupo de casi 50 asesores permanentes a tiempo completo se sumarán varias decenas de científicos que, a petición de cada ministerio, pasarán aproximadamente seis meses como asesores en temas específicos del gobierno. Está previsto que este grupo cuente con unas 50 plazas, destinadas también a médicos interesados en aprender cómo funciona la administración y ayudar a “traducir” las complejidades del conocimiento científico a un lenguaje útil para los ministros y otros puestos accesibles a las administraciones. “No tienen por qué ofrecer la solución a un problema, pero sí saber dónde encontrar las mejores respuestas a las preguntas que les hacen”, concluye La Moncloa.
El “ecosistema nacional de asesoramiento científico” anunciado por Sánchez también espera crear un nuevo programa de becas para investigación en políticas públicas por valor de dos millones de euros, que se repartirán entre grupos de investigación en paquetes de unos 100.000 euros. El objetivo es analizar y evaluar las políticas públicas, por ejemplo mediante la realización de los llamados ensayos controlados aleatorios, que sirven como campo de prueba para nuevas políticas, como ya ocurre con la renta mínima. Estos proyectos también pretenden utilizar bases de datos ministeriales con fines de investigación, un área tradicionalmente limitada.
El gobierno también planea crear un nuevo protocolo institucional para crear grupos asesores científicos específicos de manera rápida y organizada en situaciones de crisis y emergencia. El Comité Ejecutivo explica que aún queda por determinar cuáles serán los criterios de selección, si se remunerará a los científicos y si el trabajo de estos grupos deberá ser público. “El objetivo es que las administraciones tengan mecanismos claramente definidos para identificar y consultar expertos de forma rápida y coherente en la próxima emergencia. Que el rigor científico guíe nuestras decisiones, incluso en los momentos de mayor urgencia y dificultad”, dijo Sánchez durante la presentación.
El gobierno espera que este nuevo marco tenga una larga historia y no desaparezca al final del período legislativo cuando el gobierno cambie de dirección. Para lograrlo, han tratado de garantizar que el nuevo sistema no esté politizado y que los nuevos puestos reciban un amplio reconocimiento en el mundo académico. Presidencia asegura que ha habido «discusiones» sobre el tema con todos los partidos políticos, excepto Vox; y que parece ser una medida útil.
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