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El consenso más claro entre los líderes europeos es que es necesario darse prisa. Apresúrate a acordar quién dirigirá las instituciones de la Unión Europea en la próxima legislatura. La razón de esta prisa es que los líderes no quieren agravar aún más la situación muy inestable en Europa y el mundo con el ascenso del populismo y la extrema derecha, así como un clima político enrarecido.
Los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 Estados miembros quieren llegar este lunes a un acuerdo informal para los altos funcionarios sobre el rompecabezas. Los favoritos: la alemana Ursula von der Leyen (popular) debería repetirse al frente de la Comisión Europea; el portugués Antonio Costa (socialdemócrata) para el Consejo Europeo; el Primer Ministro estonio Kaja Kallas (Liberal) como Alto Representante para Política Exterior y Seguridad; y Roberta Metsola (popular) para continuar otra legislatura al frente del Parlamento Europeo. Esta distribución respetaría el equilibrio político: el Partido Popular Europeo fue la fuerza más fuerte en las elecciones europeas del 9 de junio; y los socialdemócratas, el segundo: género y región.
Pero aunque el paquete es ampliamente aceptado, como suele ocurrir en negociaciones de este tipo, no se acuerda nada hasta que todo esté acordado. El socialista Costa cuenta con el apoyo del gobierno y del primer ministro portugués del Partido Popular Europeo, Luís Montenegro. Pero otras voces de las filas conservadoras también expresaron este lunes dudas sobre su nombramiento. Afirman que hay problemas relacionados con el juicio por corrupción que involucra a sus colaboradores más cercanos y que llevó a su renuncia como primer ministro. “Tenemos que aclarar el contexto legal”, remarcó este lunes el primer ministro polaco, Donald Tusk. Para intentar restablecer el equilibrio, Tusk y el otro negociador del PPE, el griego Kyriakos Mitsotakis, se reunieron por iniciativa del presidente antes de la cena de jefes de Estado y de Gobierno con los negociadores socialdemócratas, el canciller alemán Olaf Scholz, y el Gobierno español de Pedro Sánchez.
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Juegos y órdenes
Comienzan los pasos y los argumentos: Los representantes del pueblo han propuesto que el consejo sea presidido durante la mitad del período legislativo (dos años y medio) y que un socialista lo presida durante la otra mitad. Esto podría hacerse sin aplicar la norma, ya que los Tratados estipulan que el mandato del Presidente del Consejo es de dos años y medio, renovable una vez. Sin embargo, los socialistas no están dispuestos a ceder, subrayan las mismas fuentes.
«Sería importante que esto se decidiera rápida y rápidamente, porque vivimos tiempos difíciles y es importante saber cómo será el futuro de Europa», afirmó el Canciller Scholz. La socialdemócrata danesa Mette Frederiksen, que ha hecho campaña para la presidencia del Consejo y es en realidad la favorita popular por sus posiciones más duras en defensa y migración, intentó este lunes retirarse de la ecuación. “Espero que lleguemos pronto a un acuerdo, porque con todo lo que está pasando en el mundo es necesario darse prisa y ser un faro de estabilidad”, señaló a su llegada a la reunión de jefes de Estado y de Gobierno en Bruselas, donde también destacó que Von der Leyen había hecho un “buen trabajo” esta legislatura.
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Los resultados de las elecciones europeas han confirmado el avance de la extrema derecha y han sacudido al tándem franco-alemán, tradicional motor de la UE. En Alemania, la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) emergió como la segunda fuerza política surgida de estas elecciones, asestando un duro golpe a la coalición de gobierno de Scholz y los socialdemócratas, que registró su peor resultado de la historia. En Francia, el partido de extrema derecha de Marine Le Pen (Rassemblement National) fue la primera fuerza en una victoria abrumadora que llevó al presidente Emmanuel Macron a convocar elecciones parlamentarias anticipadas. Estas elecciones han causado gran preocupación en Bruselas por la posibilidad de que los ultras lleguen al poder en la segunda economía de la UE.
Los Jefes de Estado y de Gobierno tendrán en cuenta que la persona elegida Presidente de la Comisión Europea deberá ser aprobada por la mayoría de los eurodiputados (361 de 720) en el Parlamento Europeo. En Bruselas se especula que los conservadores no pueden garantizar que Von der Leyen reciba el voto en bloque de sus propios colegas. Aunque el líder del PP español, Alberto Núñez Feijóo, aseguró este lunes que el apoyo en la reunión de los conservadores europeos fue «unánime» y «sin interrupciones», los representantes populares de Francia (republicanos) y Eslovenia ya han anunciado que no apoyarán la empresa alemana. Esto significa la fuga de 11 parlamentarios. Se trata de una cifra muy baja, pero el propio PPE cree que habrá más deserciones debido al voto secreto.
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