Advertisement
Al calvario que sufren los grupos vulnerables debido a una situación económica precaria o a la exclusión habitacional se suma el aumento de las dificultades burocráticas y administrativas, en particular en lo que respecta al registro. La obtención del padrón es un elemento fundamental para acceder al sistema sanitario, para formarse o para muchos otros trámites, y aunque para la mayoría de la población es prácticamente automático, para algunos colectivos supone una carrera de obstáculos. Este viernes, la Red de Entidades por el Padrón señaló que cada vez más ayuntamientos ponen barreras, en un contexto donde el discurso político de extrema derecha domina el debate sobre la inmigración y los colectivos vulnerables. Las empresas han demostrado que al menos 37 municipios -entre ellos Barcelona por primera vez, pero también las otras nueve ciudades más pobladas de Cataluña y ciudades donde manda la extrema derecha, como Ripoll- están cometiendo violaciones que dificultan el acceso al empadronamiento. Hay siete ciudades más que hace un año, pero también son ciudades con más residentes, por lo que el impacto es mayor. “Inscribir obstáculos en el registro constituye una vulneración de derechos”, advirtieron las empresas.
Las dificultades en el padrón afectan a una pequeña parte de la población, pero como recuerda Laia Costa, de la Fundación Ficat, “son los más débiles entre los débiles”: desde personas sin hogar o personas que viven en habitaciones de alquiler, hasta trabajadoras sexuales y personas de origen extranjero. origen en situación administrativa irregular. Y son precisamente estos colectivos los que necesitan el registro como puerta de entrada a otros trámites así como a los servicios sociales y sanitarios. Las empresas han explicado que aunque la legislación española establece que el empadronamiento es un derecho obligatorio del ciudadano y que los ayuntamientos están obligados a empadronar a todas las personas que viven en el municipio (esto sólo puede revertirse si se demuestra posteriormente). Fraude), cada vez más ayuntamientos ponen obstáculos, argumentando que están ejerciendo su principio de autonomía. La Generalitat presentó esta semana un decálogo en el que se fijan las bases mínimas de empadronamiento en Cataluña, pero sólo ocho concejales lo firmaron.
Las dificultades pueden ir desde, entre otras, la arbitrariedad en los criterios de presentación del registro, la necesidad de documentación innecesaria, la demora en la concesión del registro más allá del plazo de tres meses o los controles físicos en el domicilio para acreditar que existe. La persona vive donde dice vivir según la policía local o, a veces, según la policía nacional. Las organizaciones recuerdan que todos estos obstáculos están dirigidos casi exclusivamente contra inmigrantes o grupos vulnerables y muestran un claro sesgo racial. Y afirman que los niños y los jóvenes sufren especialmente esta situación porque viola la igualdad de oportunidades (por ejemplo, porque empiezan la escuela más tarde que los demás porque no tienen un registro). El caso de los menores anteriormente tutelados por la Generalitat también es «flagrante»: no son reconocidos por la administración, pero cuando tienen que renovar sus documentos reciben un rechazo si no tienen registro.
Advertisement
Sin embargo, es muy difícil saber cuántas personas se ven afectadas por estas discapacidades. En Barcelona hay 40.000 personas inscritas en el padrón sin domicilio fijo y todas han tenido dificultades para conseguirlo, lo que, según explican las autoridades, supone que al menos un 4% de la población barcelonesa padece esta enfermedad. Las empresas han demostrado “violaciones” en al menos 37 comunidades, algunas más graves y otras menos graves. Sin embargo, recuerdan que no tienen datos de otros municipios que podrían cometer este tipo de violaciones. Estos municipios son: Alcanar, Arbúcies, Agramunt, Arenys de Mar, Badalona, Balenyà, Barcelona, Bellpuig, Calafell, Cornellà, El Masnou, Figueres, Igualada, L’Hospitalet de Llobregat, Llagostera, Lleida , Martorell, Mataró , Molins de Rei, Montcada i Reixac, Montornès del Vallès, Olot, Pineda de Mar, Premià de Mar, Reus, Ripoll, Sabadell, Salt, Santa Coloma de Gramenet, Santa Coloma de Farners, Tarragona, Tàrrega, Terrassa , Tortosa, Tremp, Vic i Vilanova y la Geltrú.
“Para tomar conocimiento de las violaciones los afectados deben denunciar. Y como se trata de personas vulnerables que necesitan el registro para obtener la tarjeta sanitaria o enviar a sus hijos al colegio, prefieren no decir nada y buscar otro municipio donde poder registrarse”, subrayan los ponentes en la plataforma. Lo mismo ocurre cuando estos casos llegan a los tribunales: para que el fiscal actúe necesita un caso, y los afectados no lo denuncian porque no quieren prolongar el proceso ni iniciar acciones judiciales. Las empresas recuerdan que hubo casos como el de Premià de Mar (donde el ayuntamiento declaró en 2020 que no daría de alta a nadie que no tuviera contrato laboral, infringiendo la legislación), donde tuvieron que pasar dos años, explicaron anteriormente un juez anuló estas restricciones bajo presión de grupos políticos de oposición.
Barcelona se incluye por primera vez en la lista de municipios, después de ser una de las ciudades con más garantías en materia de empadronamiento. Esto provocó que los ayuntamientos del entorno, que atravesaban mayores dificultades, dirigieran a sus usuarios a Barcelona para obtener el padrón. Hace un mes, el concejal de Jaume Collboni aprobó algunos cambios para regular esta situación y uno de ellos fue dar de baja a establecimientos sociales -como Arrels o Stop Sida- como webs donde sus usuarios pueden registrarse sin pasar la noche (es decir, quién es ). Las personas que estén registradas en las instalaciones aunque no vivan allí, porque son personas que viven en la calle o tienen un domicilio indeterminado, o porque son personas vulnerables como las trabajadoras sexuales que no se registran allí pueden salir de donde viven. ). “¿Realmente tenían que empezar a organizarse aquí?”, preguntó Costa.
Lo que más influye es lo que sucede después. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO
La red de entidades ha presentado diez puntos en los que recuerda a las administraciones que el padrón es una constancia que acredita que la persona vive en el municipio, «no un instrumento para comprobar las condiciones en las que vive», un instrumento para el desempeño de sus tareas administrativas. Situación. La plataforma señala que los ayuntamientos deben garantizar el padrón mediante una política de información activa e incluir en los formularios todas las opciones de vivienda – «no puede ser que el alquiler de habitaciones se vea como algo fuera de lo común, que no esté incluido en el formulario». , cuando ocurre con mayor frecuencia”, señalan – y advierten de que la verificación de los datos facilitados por el ciudadano “no puede ser excusa para no registrarse o retrasar el trámite”.
Puedes seguir a EL PAÍS Cataluña Facebook Y Xo regístrate aquí para recibirlo Nuestro boletín semanal