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La viuda de Rafael Alberti, María Asunción Mateo, ha escrito una carta al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la que se queja de «las quejas» que dice sufrir por parte de representantes del ejecutivo, poniendo ejemplos afirma que esto No fue así y fue invitado a un homenaje a las víctimas de la Guerra Civil y a otro en el Instituto Cervantes, donde se guardaba el legado del poeta y donde también estuvo presente su sobrina Teresa Alberti. “Si veo que no hay nadie que pueda responderme a esta pregunta, por qué no me invitan a un acto en honor a mi marido, si le he escrito al presidente que reparte los cargos”, explicó Mateo a EL PAÍS. “Esto viene sucediendo desde hace mucho tiempo: suelo ir a eventos en honor a mi marido, a inaugurar plazas y calles, pero cuando hay determinadas personas involucradas, no me invitan”, continúa. “Debes creer que morí. Pero aunque nos afecta a todos, todavía no he muerto”.
A preguntas de este diario, el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, recuerda que las personas que realizan la donación suelen estar presentes en los actos de depósito del legado que se celebran en la institución. En este caso se depositaron memorias y documentos donados por Teresa Alberti, incluidos los pasaportes con los que Rafael Alberti y María Teresa León regresaron del exilio el 27 de abril de 1977. Sobre el homenaje a las víctimas del franquismo el pasado 30 de abril, García Montero destaca que el Instituto Cervantes no intervino en absoluto en su desarrollo, ya que fue organizado por el Ministerio de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática y en el Se celebró en Madrid el Círculo de Bellas Artes.
En la carta, Mateo expresa su sorpresa por no haber sido invitada “como viuda suya y única herencia de su obra” al homenaje a las víctimas de la Guerra Civil y del franquismo, que tuvo lugar el pasado 30 de octubre y al que también asistió Mateo Pedro Sánchez. María Asunción Mateo recuerda que en este acto “se reconocieron una serie de represaliados y exiliados, entre ellos el poeta Rafael Alberti, que, junto a otros, simboliza la transición española y a quien elogia por su contribución a la democracia, la prosperidad y la Constitución de 1978. . junto a Pasionaria, ambos diputados de las Cortes Constituyentes». Y se sorprende de que no haya sido invitada y de que esté presente la sobrina de Alberti: «Ella no tiene legitimidad jurídica ni moral respecto a la memoria y legado de mi marido. Alguien a quien quería desterrar de su vida porque violó su plena confianza, como puedo documentar en cualquier momento”.
Para Mateo, esta “falta de respeto a la importancia y al comportamiento de Rafael Alberti” es “otro intento de insulto a los que ya he sufrido, cometido públicamente por representantes de su gobierno”. En el escrito alude al otro “insulto” que presuntamente sufrió en el acto en el Instituto Cervantes del pasado 27 de abril, cuando se depositó la herencia de Alberti y su primera esposa, María Teresa León, en presencia de Teresa Alberti. cuando el legado del poeta “ni jurídica ni moralmente le pertenece”.
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Amargo enfrentamiento
La crítica de María Asunción Mateo está anclada en un viejo enfrentamiento entre ella y un grupo de poetas que acompañaron a Alberti antes de que conociera a su futura segunda esposa, entre ellos Luis García Montero. Esta hostilidad ha vuelto a salir a la luz tras la publicación de las memorias de Mateo Mi vida con Albertien el que llama a este grupo de poetas “viudos eméritos de la literatura española” y les acusa de querer “controlar la vida y la obra” del poeta de El Puerto de Santa María.
En un reciente artículo en EL PAÍS reseñando estas memorias, Luis García Montero señalaba que María Asunción Mateo «mintió como siempre» en ellas y la acusaba, entre otras cosas, de falsificar algunos escritos del poeta. “No tengo ninguna controversia con Luis García Montero, simplemente escribí un libro que cuenta una serie de atrocidades que he soportado durante 23 años, ninguna controversia por mi parte”, respondió Mateo a EL PAÍS. Según García Montero, tras casarse con Alberti, su nueva esposa presentó a la Diputación Provincial de Cádiz lo que dijo era una carta firmada por el viejo poeta, en la que decía que se había equivocado al renunciar a toda su herencia como poeta. en el dominio público la ciudad. andaluz, y quería que todo volviera a manos privadas y que las decisiones sobre su herencia las tomara su nueva esposa.
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