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Faltan menos de dos meses para que acabe el año y ayer el Gobierno aprobó el tope de gasto de los presupuestos del año que viene, que suele ser la carta de presentación de las negociaciones contables de una administración pública. La Generalitat espera disponer en 2024 de 1.811 millones de euros más que este año, aunque la cifra no es definitiva ya que el Ministerio de Economía y Hacienda (como el resto de gabinetes autonómicos en la materia) no decide sobre la asignación definitiva de los anticipos disponible. y la liquidación del modelo de financiación, información que el Ministerio de Hacienda suele ofrecer cada mes de julio. Por lo tanto, el número final todavía se puede cambiar.
En cualquier caso, teniendo en cuenta esta magnitud, la Generalitat tendrá un umbral de gasto no financiero (pagado mediante la recaudación de tasas e impuestos estatales, adscritos o autonómicos) de 36.684 millones. Para este cálculo se estima una transferencia del Gobierno de 35.330 millones, un 12,5% más que este año.
El gobierno prevé dotar de un fondo sanitario extraordinario con un importe inicial de 800 millones de euros para “normalizar” el gasto sanitario. Así, si el tamaño de este fondo y el impacto de los intereses sobre la deuda aumentan el gasto real respecto a 2023 es del 5,5%, es decir 1.811 millones más.
Con este dinero, el Gobierno puede, sobre todo, dar más margen de maniobra a sus ministerios y, sobre todo, iniciar las negociaciones con los partidos necesarias para la aprobación de los presupuestos (ERC sólo tiene 33 diputados). El Ministerio de Economía tiene programada una reunión exploratoria con sindicatos y empresarios la próxima semana para explicar sus objetivos y escuchar sus propuestas, tal como ya hizo el año pasado cuando presentó el acuerdo como una fórmula para presionar a los restantes colectivos. También prevé concluir estas reuniones con los partidos políticos “en los próximos días o semanas”. La intención del ejecutivo es reunirse con los grupos con los que ya ha llegado a acuerdos, es decir, con las unidades del PSC y los Comunes, además de Junts per Catalunya y la CUP: «Creemos que los grupos sabrán valorar la mejora de los recursos y lo que supondrá el presupuesto”, explicó la portavoz del gobierno, Patrícia Plaja.
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Una de las preguntas en estas discusiones es si el gobierno está dispuesto a cambiar la presión fiscal en Cataluña cambiando algunas figuras impositivas.
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