
La crisis provocada por el caos de la oposición está lejos de acabarse, aunque el Gobierno ha intentado establecer un nuevo calendario para la repetición de las pruebas tras la destitución del director general y tras el anuncio de que rescindirá el contrato con el administrador. Este viernes, la oposición en el Parlament criticó duramente al ejecutivo de Pere Aragonès ante la comparecencia de la ministra de Presidencia, Laura Vilagrà, para realizar declaraciones sobre el caso. Varios colectivos han pedido su dimisión y los diputados han repetido la declaración de la empresa que administraba las pruebas, Cegos, que en la noche del jueves acusó al Gobierno de incumplir con sus obligaciones y de entregar la información necesaria de forma tardía e incorrecta para llevar a cabo sus deberes. Vilagrà centró su intervención en desvelar que fue la empresa que incumplió el contrato y la responsable de los graves incidentes que obligaron a repetir todas las pruebas. La consultora ha afirmado que pedirá una indemnización de al menos un millón de euros.
Tras el caos del sábado pasado, el gobierno abrió un buzón virtual para recibir denuncias y notificaciones sobre incidencias sucedidas el día del examen. Ese día fueron convocados 13.581 funcionarios interinos (incluidos 9.000 en Barcelona) que habían sido admitidos a participar en el proceso de estabilización en el que se ofrecieron 1.825 puestos de funcionarios. Dada la complejidad y amplitud del procedimiento (se realizaron 72 exámenes diferentes) y el hecho de que la Generalitat no disponía de personal suficiente para controlar las aulas (ya que sí lo tenían muchos de los que estaban en la reserva). sometido a las objeciones), el gobierno decidió externalizar parte de la gestión de las pruebas y adjudicó a Cegos el contrato de 1,5 millones de euros, válido hasta diciembre de 2024. La empresa tenía las funciones de imprimir, distribuir, supervisar y corregir los exámenes. Pero todo fracasó, y hubo problemas como retrasos de hasta siete horas, falta de copias de los exámenes, falta de cupos, problemas de aforo en las aulas y graves incidentes que vulneraron los principios de igualdad, mérito y capacidad y estos hicieron cumplir la Repetición. pruebas (estas incidencias son la presencia de dispositivos electrónicos o móviles, la falta de supervisión en las aulas y la falta de control en las entradas y salidas de las mismas). Tras analizar todas las incidencias recibidas en el buzón (3.847 formularios para denunciar más de 12.000 incidencias), el Gobierno constató que prácticamente todas las comprobaciones eran incorrectas y, por tanto, hubo que repetirlas. Las nuevas fechas de objeción son el 1 y el 8 de julio.
El gobierno achaca toda la responsabilidad a la empresa, a la que acusa de incumplir el contrato. “Está claro que podíamos haberlo hecho mejor, pero en cualquier caso la empresa incumplió el contrato”, dijo Vilagrà en su comparecencia. “Se analizarán todas las violaciones de las especificaciones, rescindiremos el contrato y analizaremos todos los daños causados a la oposición y la administración. Exigiremos una indemnización de al menos un millón de euros. Entiendo que la empresa se está defendiendo, pero lo que pasó es injustificable”, agregó. El Consejo de Administración aún no ha recibido ni pagado una factura de Cegos y no tiene planes de hacerlo. Al mismo tiempo que exige una indemnización a la empresa, el gobierno indemnizará de oficio a los afectados, por lo que se investiga el monto de la indemnización. Pero la empresa, que ha estado en silencio toda la semana, respondió el jueves por la noche con un comunicado acusando a la administración de no hacer su parte: Dice que la Generalitat no proporcionó suficientes aulas, los exámenes no a tiempo y que hasta dos días antes había tenido No se recibió, entre otras cosas, la lista definitiva de solicitantes. También cuestiona la seguridad jurídica de rescindir un contrato, afirmando que había advertido a la Generalitat hasta en tres ocasiones la semana anterior de la necesidad de realizar todas las comprobaciones con tiempo para asegurar la fiabilidad del montaje de las cajas.
Vilagrà ha confirmado que la gestión del sábado fracasó pero que todo se hizo bien en los días previos. “Nos hemos reunido varias veces en las últimas semanas, las aulas eran bastante grandes y la empresa tenía todos los exámenes el día 27. Claro que se está defendiendo porque las consecuencias de romper un contrato con la administración son muy graves”, dijo. Pero a los grupos de oposición no les convencieron las explicaciones y solo la gente común agradeció la «rapidez» en la búsqueda de soluciones. los diputados de la CUP a este partido, junto con Vox y Ciudadanos, han pedido la dimisión del consejero, mientras que Junts ha repetido un artículo del exdirector de la Escuela de Administración Pública, Agustí Colomines, en el que pedía su dimisión y la de todos gobierno en el evento.
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