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El mercado hipotecario español está mostrando signos de un rápido declive. Después de tres años inusuales, los préstamos para la compra de vivienda están cayendo debido a la contracción inducida por la pandemia y el auge que acompaña a la recuperación, sin un nivel claro en el que se estabilicen todavía. Las cifras de marzo, publicadas este viernes por el INE, son un ejemplo de ello: las 36.182 hipotecas residenciales suponen un 15,7% menos que hace un año, la caída más pronunciada desde la tercera ola del coronavirus que asoló España en enero embrujado de 2021; pero a la vez representa un volumen significativo, por encima de las aproximadamente 31.000 hipotecas firmadas en marzo de 2019. Y este movimiento va acompañado también de un cambio radical en la política monetaria, siendo la subida de tipos de interés la más fuerte de la historia del Banco Central Europeo (BCE), lo que ha supuesto un importante incremento del coste de la financiación. La tasa de interés promedio en marzo fue de poco menos del 3%, la más alta desde abril de 2017.
Marzo terminó tres de los últimos cuatro meses con el mercado cayendo. Las hipotecas cayeron casi un 9 % en diciembre en comparación con 12 meses antes, subieron casi un 3 % en enero, volvieron a caer un 2 % en febrero y ahora profundizan esa trayectoria hacia el tercer mes de 2023. En el primer trimestre completo de los Alrededor de 109.500 préstamos se concedieron para la compra de vivienda en España todos los años, siempre según datos del INE, un 5,6% menos que en los tres primeros meses de 2022.
“Los datos hipotecarios de marzo ya reflejan claramente el fuerte descenso que otros indicadores adelantados vienen mostrando desde principios de año”, señala Juan Villén, responsable de hipotecas de Idealista, quien espera que el descenso “continúe en las estadísticas de los próximos meses”. “Ciertamente al menos hasta finales de verano”. Una apreciación en la que coincide Marta Pérez Amigot, del departamento de análisis económico y financiero de Ibercaja: “Para el año 2023 se espera que se consolide este cambio hacia las concesiones hipotecarias más bajas”, escribe en otro Análisis enviado a los medios. El sistema financiero está en condiciones de continuar prestando, lo que se refleja en los indicadores de calidad crediticia o la relación préstamos-depósitos. Sin embargo, la evolución demográfica y social, el debilitamiento de la economía y el aumento de los tipos de interés apuntan a una menor demanda por parte de las viviendas.
Si observa el capital prestado, las cifras también están disminuyendo. En marzo, los préstamos hipotecarios para vivienda totalizaron casi 5.200 millones de euros, un 17% menos que en el tercer mes del año pasado. El importe medio de 142.663 euros es un 1,5% inferior al del mismo periodo de 2022, una muestra del cambio de paradigma en el mercado inmobiliario: con precios más comedidos y compras con menos financiación por el elevado coste que tiene ahora este inmueble después de años de precios extremadamente bajos.
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Esta fase de tipos de interés oficiales del 0% y Euribor en territorio negativo ha quedado atrás. El Euribor, el indicador al que se refieren la mayoría de las hipotecas a tipo variable en España, ha ido aumentando mes a mes desde principios de 2022. Y los tipos de interés oficiales del BCE han subido siete veces desde julio pasado y están en el 3,75% a mayo de este año. Este cambio de política monetaria, que los reguladores bancarios de la Eurozona están utilizando para combatir la inflación, ha tenido un impacto significativo en las hipotecas. El tipo de interés medio de los préstamos contratados en marzo fue del 2,99%, el más alto en casi seis años. Para las hipotecas a tipo fijo, el tipo de interés medio fue del 3,15%, lo que corresponde a la situación de abril de 2018. Para las hipotecas a tipo variable, el tipo de interés medio es del 2,72 %, el más alto desde mayo de 2017.
A pesar de ser más caras, la búsqueda de estabilidad de los prestatarios sigue siendo primordial y las hipotecas a tipo fijo siguen siendo la mayoría con una cuota de mercado de casi el 64 % en marzo. Sin embargo, este porcentaje está cayendo a medida que las hipotecas se encarecen y las tasas de interés generales aumentan, ya que muchas empresas solo ofrecen préstamos a tasa fija que no son muy competitivos. “La estrategia de las entidades financieras de rebajar las hipotecas a tipo variable y endurecer las hipotecas a tipo fijo ya está dando sus frutos”, afirma María Matos, directora de estudios del portal Fotocasa. “Estos meses serán prácticamente los últimos préstamos que se firmen a tipo fijo y se espera que la tendencia cambie aún más significativamente”, añade en un comentario escrito sobre los datos del INE.
En el análisis territorial, todas las Comunidades Autónomas vieron caer las hipotecas en marzo, a excepción de Asturias, donde subieron un magro 0,8%. Sin embargo, existen diferencias significativas en la magnitud de la disminución. Mientras que el mercado de Canarias, Comunidad Valenciana y Castilla y León cayó menos del 10%; en otras tres áreas (Islas Baleares, Madrid y Castilla-La Mancha) supera el 20%. En el mercado hipotecario español en general (es decir, todas las hipotecas sobre bienes inmuebles, no solo casas), los préstamos totalizaron 47.459 en marzo, casi un 17% menos que el año anterior. El capital crediticio de 7.787 millones de euros disminuyó un 11,5% respecto al tercer mes de 2022.
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