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Junts per Catalunya tiene una patata caliente en la mesa. Este viernes, los partidos tienen que anunciar qué concejales serán diputados en la Diputación de Barcelona. Sin embargo, aún no hay un acuerdo interno sobre si renovar o no allí su pacto con el PSC. La apuesta de Xavier Trias por repetir la alianza pese a que Jaume Collboni le arrebató la alcaldía de la capital catalana el pasado sábado ha abierto un intenso debate en el que tanto el mantenimiento de las cuotas de poder como la estrategia para el 23-J. El PSC, que también defiende la repetición, intenta ofrecer garantías para inclinar la balanza y consta que la dirección ha frenado cualquier debate sucesorio en la presidencia de la Diputación y apoya a Núria Marín en este cargo.
«[Marín] «Es una persona que cumple su palabra», dijo Trias en una entrevista en TV-3 el lunes pasado. El exalcalde también metió en esta bolsa al alcalde de Cornellà, Antonio Balmón. Oficialmente, en Junts, afirman que Trias intentó contrastar el modus operandi de estos barones socialistas con el de Collboni, pero no se puede negar que se trata de una ironía. De hecho, la alcaldesa de L’Hospitalet no es ni siquiera diputada provincial, como recordó ayer la presidenta del Parlamento, Alícia Romero. La junta electoral de la zona pidió el domingo pasado a cada partido que elija de entre sus concejales diputados provinciales, según la delimitación judicial de los partidos. Junts no lo hizo, tampoco ERC. Solo unos pocos lo han comunicado en el PSC.
Los socialistas han manifestado de diversas formas su deseo de renovar el pacto con Junts al frente de la Diputación y han asegurado que ha funcionado bien, pero a fecha de ayer todavía no han vuelto a aclarar oficialmente su compromiso con Marín. Hubo cierto debate en el partido sobre si era necesario un cambio de rostros ante un nuevo ciclo y nombres como Lluïsa Moret, alcaldesa de Sant Boi y secretaria de organización del partido y el circuito de Salvador Illa, primer secretario del PSC. “Aún no está decidido”, confirman fuentes oficiales de la formación sobre el naming definitivo.
La figura de Marín, responsable de importantes éxitos electorales en L’Hospitalet, era ambivalente en los Pactos. Ya había expresado su deseo de continuar, argumentando que lo que funciona es mejor dejarlo intacto. Aunque la apuesta fue compartida en el PSC, la posibilidad de acuerdos con ERC cambió sus opciones. Las relaciones entre Marín y la cúpula republicana han sido nulas desde que la campaña le atacara por sus denuncias en el caso del Consell Esportiu de L’Hospitalet, que finalmente fueron archivadas. El presidente de ERC, Oriol Junqueras, reiteró ayer que no participaría en un pacto que deja la presidencia de la diputación provincial a un socialista. Así se evitó la incompatibilidad.
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La sorpresiva elección de Collboni como alcalde el pasado sábado fue un terremoto político de tales proporciones que saltó por los aires muchas cosas. La repetición de la sociovergencia en la diputación provincial fue la primera baja. Juntos, como ERC, no dudaron en sacar rédito electoral de una denuncia que creen muestra que el futuro de Barcelona se decide en una oficina de Madrid, citando negociaciones entre PSC, PP y Comunes. La decisión de Trias de mencionar o no mencionar a Marín ha puesto el punto brillante en la dirección socialista. «En ese momento prevalecerá lo que asegurará la renovación del acuerdo, y aquí Marín tiene más puntos», añade una voz del ejecutivo socialista
Creen que Marín está ayudando a construir una confianza que fue destrozada por la elección de Collboni. “El sábado nos ganaron y una semana después estamos negociando el consejo provincial. No se puede ganar el duelo tan rápido», defendía un concejal de Junts en Barcelona. «El PSC quiere ahora limpiar su conciencia con la Diputación», añade un primer espada del partido fundado por Carles Puigdemont. Hasta el momento, Junts ha tenido cierta inmunidad debido a sus pactos con el PSC, mientras que los republicanos parecen estar penalizados. Sin embargo, hay voces internas que advierten que no conviene poner a prueba esto con la Diputación y reclaman profundizar en un pacto con ERC y Tot Per Terrassa que les permita pasar a segunda vuelta ganando la mayoría simple – si el PP no ayuda al PSC.
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La proximidad del 23-J lo determina todo. En la diputación provincial, a diferencia de los ayuntamientos, no existe la obtención de la lista más votada ni un calendario que dicta el primer pleno. Fuentes de la Diputación han señalado que el último Pleno de la presente legislatura se celebrará el 10 de julio. A continuación, se puede fijar la fecha de inicio del nuevo mandato.
Se prevé que las negociaciones sean largas y parece que la Diputación está dispuesta a relanzar una operación como la del Ayuntamiento de Barcelona, apoyada por PSC, PP y los Comunes. “Creo que no hablan con el PP. Las conversaciones estarán a cargo de Moret”, explicó Romero. David Cid, presidente de la Cámara de los Comunes, dijo que confiaba en que la sociovergencia se renovaría y descartó que se repita el trato en la capital catalana. “No habrá tal alternativa. Así que lo descarto”, dijo.
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