“Renuncia o te obligamos a renunciar”, “rata”, “puta”, “hijo de puta vendido”, “Dios te culpe”, “apóstata”… Estos términos reflejan cientos de mensajes recogidos entre abril y junio contra los eurodiputados Nora Junco y Diego Solier, quienes fueron acusados por el líder de su partido Luis Pérez (conocido como…). alvisar) de entrega a un vestíbulo Armas. La Corte Suprema ha abierto el cuarto juicio contra el fundador de Se Acabó La Fiesta (SALF) por coacción, amenazas y revelación de secretos después de que llamara a los votantes a “procesar” a sus dos excompañeros. La investigación reveló que tuvieron que limitar sus redes sociales y cambiar de celular.

Alvise ya estaba siendo investigado en el Tribunal Supremo por los 100.000 euros en efectivo que le entregó un empresario de criptomonedas para financiar supuestamente de forma irregular su formación, así como por publicar un test Covid falso presidente de la Generalitat, Salvador Illa, y por un presunto delito de acoso contra la fiscal de Delitos de Odio de Valencia, Susana Gisbert, contra quien también ha realizado varias publicaciones en su canal de Telegram con los datos personales del profesional. La documentación a la que tuvo acceso EL PAÍS muestra el fanatismo de los seguidores del partido de Alvise, que comenzaron a enviar mensajes de odio a través de correo electrónico, Instagram o Telegram, esta vez contra las dos personas que resultaron elegidas junto a él en las elecciones europeas del 9 de junio de 2024.
El punto de partida de esta historia se remonta al 20 de abril de 2025, cuando Alvise grabó el podcast “Eclécticos Worldwide” en el restaurante Tabana de Palma (Mallorca) y días después anticipó la separación definitiva de Nora Junco y Diego Solier: “No sé si un vestíbulo por detrás y me compró uno de mis MP. […] ¿Sabes el poder que es esto? vestíbulo ¿Europeo? ¿Sabes lo fácil que es para la gente comprarte? entra vestíbulo cenar contigo y te deja un maletín a tu lado, se levanta y se va», explicó por qué, a diferencia de él, ambos habían votado a favor del programa de rearme europeo. Junco y Solier se habían unido al Grupo de Conservadores y Reformistas Europeos, la familia europea de la italiana Giorgia Meloni, de la que Avise había sido expulsada por sus cuentas pendientes con el poder judicial. «Sí, voté en las elecciones utilizadas. se dice en todas partes de españa NO Y si lo votas, traicionarás a 800.000 españoles. Síguelos y pídeles explicaciones. Y si tienes que gritarle en un bar que eres un criminal, que eres corrupto y que votaste por el rearme, entonces tienes que hacerlo porque yo no puedo», añadió.
Dicho y hecho. La demanda presentada ante el Tribunal Supremo describe semanas de acoso en las que votantes del SALF, de forma anónima o utilizando su nombre y apellido, reprocharon a los dos eurodiputados su cargo. Junco, que tuvo que restringir los comentarios en su cuenta de Instagram, recibió todo tipo de insultos: «Eres un asco, traidor», «Dimite de tu cargo, eres una garrapata más del sistema. Es un asco», «No volverás a caminar tranquilamente por las calles de España», «Tren de cuervos que te arrancará los ojos». El acoso de Solier se produjo paralelo al de su pareja. “Disfruta el dinero que te llevaste porque yo disfrutaré nunca olvidando tu cara”, recibió en su carta Correo electrónico.

Mientras se producían estos mensajes, Alvise seguía llamando la atención sobre sus dos colegas europeos en su canal de Telegram, donde tiene 655.832 seguidores. El 24 de abril escribía: «Diego Solier ha manifestado que aceptará entrevistas ‘en cualquier lugar’ si ‘no me dejan solo’. ¿Tienes información sobre Diego Solier Fernández en Valencia? Escríbenos: [email protected]». Por eso, quería que los votantes participaran en su estrategia para recopilar detalles sobre la vida del parlamentario. De hecho, ese mismo día publicó una fotografía con el número de teléfono del eurodiputado, su perfil de LinkedIn, su dirección de correo electrónico personal y su fecha de nacimiento, que luego borró. Pero ya era demasiado tarde.
La denuncia presentada ante el Tribunal Supremo describe cómo, a raíz de estos hechos, los grupos políticos ya no pudieron realizar “su trabajo con normalidad” al quedar bloqueados sus correos electrónicos sin permitirles comunicarse con otros trabajadores, “lo que es parte esencial de su labor parlamentaria”. Se vieron obligados a dejar de responder llamadas de cualquier tipo provenientes de números que no tenían registrados en su directorio telefónico, lo que afectó su vida personal.

Ambos denunciaron una “constante sensación de inseguridad”, citando como ejemplo los hechos del 4 de junio, cuando Alvise liberó unos billetes de avión de Nora Junco, que viajaba en primera clase de Lima a Madrid. “Es evidente que la publicación del proyecto de ley no tiene otra finalidad que la de facilitar a su grupo de seguidores los datos necesarios para su localización”, afirma la denuncia. El líder del SALF también estaba en este vuelo y distribuyó fotografías del eurodiputado entre los asientos.
Solier advierte de más irregularidades
Algunos correos electrónicos muestran «decepción» porque Junco y Solier no siguieron los «principios» y las «declaraciones» de Alvise, así como los «valores» de la fuerza política que acaba de anunciar que participará en las elecciones nacionales. «La gente votó por Alvise para cambiar las cosas», dijo un partidario. Sólo hay constancia de que Solier respondió a uno de los mensajes en los que advertía que el fraude del eurodiputado podría tener problemas que aún se desconocen, además de las causas judiciales pendientes de Alvise, que, entre otras cosas, apuntan a financiación irregular. “Tendrás el placer de ser uno de los pocos a quienes le explicaré la situación porque creo que eres una persona razonable y en tu correo electrónico “No ofendiste”, comenzó a defenderse. «El único que no estuvo al día fue Alvise, el único que se llevó maletines fue Alvise, el único que me dejó tirado en Valencia con facturas de miles de euros para pagar estancias y asistencia en carretera de los voluntarios con los que trabajamos fue Alvise», decía el correo.

De hecho, Solier apuntó a otra supuesta estafa en el sitio web que utilizó Alvise para donar su salario como prometió durante la campaña: «Piensen en lo que pasó con el sitio web donde donó su salario y por qué no donó nada durante más de dos meses (y de esta manera) porque a las personas que desarrollaron esta plataforma tampoco les pagaron por su trabajo».
Entre la correspondencia se encuentra un único mensaje de apoyo del eurodiputado Hermann Tertsch, miembro de Vox. “Te saludo porque sé lo que es el acoso”, le dice a Solier. Defiende que «debieron haberse informado antes de embarcarse en la aventura de Alvise» pero que eso «no disminuye mis ganas de mostrarte mi cariño cuando personas sin escrúpulos quieren hacerte daño». La fiscalía del Tribunal Supremo ya ha analizado el contenido de todos los documentos recibidos y ha llegado a la conclusión de que existen «pruebas suficientes para iniciar las investigaciones penales adecuadas». El Tribunal Supremo ha nombrado juez de instrucción al expresidente de la Sala de lo Penal Manuel Marchena, que se espera que próximamente llame a declarar al líder de Ultra para avanzar en esta nueva investigación.
