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La Junts per Catalunya-Bank se ha quedado sola en el Parlamento este jueves en su intento de bloquear la reforma legislativa de los expresidentes del Gobierno y de la Generalitat. La Cámara sometió a votación tres proyectos de ley relacionados, presentados por PSC, Ciudadanos y En Comú Podem, que tratan específicamente del sistema de pensiones y compensación económica. El partido que dirige Laura Borràs había presentado una enmienda a todos ellos, pero sólo consiguió pasar en los dos primeros casos. La abstención de los republicanos permitió que la redacción del texto de la Cámara Baja pudiera tener éxito. El diputado de Junts, Jaume Alonso-Cuevillas, criticó que el cambio de ley solo pretendía atacar a Borràs, ya expresidente del Parlamento.
“Nos oponemos a esta ley, no por interés partidista. Ya han dimitido las dos personas que podrían verse afectadas [en referencia a Borràs y el expresidente Carles Puigdemont, que no ha hecho uso de la retribución a a que tiene derecho posterior al cargo] sino porque las leyes hay que hacerlas con vocación de Generalitat”, aseguró Cuevillas. «Es indigno tener que mendigar o, como decía un diputado, mendigar a un expresidente de la Generalitat o del Parlamento oa su viuda una pensión no contributiva», ha añadido.
La propuesta de los Comunes perdería automáticamente algunos beneficios para los ex presidentes cuando sean condenados por ciertos delitos. Pero el portavoz de David Cid fue más allá en la discusión. «¿Es razonable que una persona que ha presidido la Generalitat sólo dos años, sea cual sea su filiación política, lo sea para siempre? Puede ser que podamos poner límites”, argumentó.
Tal y como establecen dos leyes de 1988 y 2003, los presidentes de la Generalitat y del Parlamento tienen derecho, tras su cese, a una asignación mensual equivalente al 80% del salario fijado cada año para su sucesor. Este dinero será «recibido por un período igual a la mitad de su mandato y al menos por un período legislativo». Además, existe una pensión vitalicia (60%) a partir de los 65 años, que se traslada a las parejas de menores o descendientes. Para los ex jefes de gobierno, la ley también prevé el establecimiento de una oficina con salarios para asistentes y gastos. Ambos beneficios han supuesto un gasto de 53 millones de euros en los últimos 20 años.
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ERC y CUP se han unido en unas críticas a que la propuesta de reforma de la ley llegaba justo en pleno debate sobre si Borràs tenía derecho a cobrar la pensión de la expresidenta de la Legislatura si era condenada por delitos relacionados con la corrupción. De hecho, fue precisamente este punto el que destrozó el texto presentado por los socialistas y defendido por el eurodiputado Ferran Pedret. «Uno de los motivos del descontento con la política es la percepción por parte de la ciudadanía de que existen privilegios inexplicables por parte de personas que han ocupado cargos representativos», argumentó el socialista.
Jordi Orobitg (ERC) ha manifestado que se abstiene de la propuesta de los Comunes porque está de acuerdo en que el sistema de prebendas, que ve «obsoleto», se discuta con calma. Pero también ha criticado lo que ve como un doble discurso de Junts sobre la honestidad y el respeto institucional a la persona del presidente de la Generalitat. «Coincidirá en que la figura del presidente de la Generalitat no es digna de que le digan que está protegida y sin autorización», espetó el republicano a Cuevillas, parafraseando las acusaciones de Albert Batet contra el presidente Pere Aragonès en la sesión de escrutinio del miércoles.
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La propuesta de la Cámara de los Comunes ahora seguirá el proceso legislativo y los grupos pueden agregar enmiendas. Los de Jéssica Albiach defienden que el levantamiento de estas prerrogativas no es solo un poder decisorio de la sala, sino que es automático en caso de condena firme por delitos de subterfugio [la de Borràs no es solo en primera instancia], falsificación de documentos, influencias, malversación o financiación ilegal de partidos políticos. Es decir, siempre que exista «con ánimo de lucro y/o en beneficio de terceros».
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