En el seno de Junts per Catalunya conviven diferentes corrientes políticas, que han dado lugar a grupos autonómicos y grupos internos de WhatsApp adaptados a los gustos del usuario. Hay quienes se identifican más con el pragmatismo que ha perfeccionado Convergència y con el que coinciden holgadamente PSOE y PP, y otros que apoyan el hype discursivo que le puso banda sonora Procesos Independencia. Pero todo debate está sujeto a la figura de Carles Puigdemont y a las instrucciones del líder e ideólogo del partido. El expresidente catalán convocó este domingo en Perpiñán (sur de Francia) al núcleo de la dirección de la formación y el lunes al resto de cargos directivos para anunciar que conviene cambiar la relación que se debe mantener a partir de ahora con el Gobierno. Sobre la mesa está la terminación de las reuniones con el PSOE en Suiza y el aislamiento forzoso del ejecutivo en la Cámara de Representantes.
Junts está decidido a cortar lazos con Pedro Sánchez y se lo propondrá a los militantes, que lo decidirán en una consulta interna. El partido defiende que la decisión no puede sorprender a nadie, ya que la lista de “violaciones” socialistas es extensa. Pese al gesto de este viernes, en el que Sánchez acordó con el Gobierno alemán un comunicado conjunto en el que ambos dirigentes informan del inicio de las negociaciones para resolver la cuestión del reconocimiento del catalán, el euskera y el gallego como lenguas oficiales en la Unión Europea, varias fuentes del partido de Puigdemont subrayan que el PSOE se ha retrasado durante meses e incluso ha ignorado las últimas cuatro advertencias claras de Juntos.

El 20 de agosto, Carles Puigdemont celebró una conferencia en Prada, sur de Francia, donde declaró que “quizás en otoño sucedan cosas que aún no han sucedido”. Un mensaje que ha ido adquiriendo mayor relevancia con el paso de las semanas. Junts señala que éste fue un primer chispazo de lo que estaba por venir. El 17 de septiembre, la portavoz de Junts en el Congreso, Miriam Nogueras, interrogó directamente a Sánchez en la sesión de control con Pedro Sánchez, acusándole de que el Gobierno «bloquea o retrasa el cumplimiento de los acuerdos», lo que «deteriora la vida cotidiana de los catalanes».
Al margen de las habituales acusaciones sobre la extraoficialidad de los catalanes en Europa y el no haber completado la transferencia de competencias migratorias a Cataluña, Nogueras atacó a Sánchez con las okupaciones y las múltiples recaídas: «Prácticamente la mitad de las ocupaciones ilegales se producen en Cataluña y estáis bloqueando la ley contra las ocupaciones de Junt», ha afirmado. También criticó el veto a «la ley de Junts contra la reincidencia múltiple» y finalmente hizo a Sánchez una pregunta directa: «¿Cree que podrá seguir gobernando?».
Los enviados de Puigdemont en el Congreso apoyaron la toma de posesión del presidente del Gobierno, pero durante estos dos años éste nunca fue un compañero amable de Pedro Sánchez. Sin embargo, fuentes del partido subrayan que lo visto hasta ahora nada tiene que ver con lo que está por venir. Las últimas críticas intentan incidir en aspectos relacionados con temas en los que Junts está metido, a la vista de las encuestas que muestran un aumento de votos a los partidos independentistas de extrema derecha en Cataluña. Entre ellos se incluyen cuestiones como la okupación, la reincidencia o la pérdida de poder adquisitivo de los ciudadanos.

El 24 de septiembre fue el diputado Josep Maria Cruset el encargado de atacar al Gobierno y subrayar la idea de que la aprobación de los presupuestos generales era nada menos que una fantasía. “Sin el cumplimiento de Cataluña no habrá presupuestos”, dijo Cruset, refiriéndose a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.
«Los datos de 2024 son catastróficos para Cataluña. Como los de 2023, cuando sólo se ejecutó el 45% del importe correspondiente, mientras que en Madrid se invirtió el 212%: 130 euros por habitante en Cataluña frente a 372 euros por habitante en Madrid. Y lo mismo en 2022. Y lo mismo en 2021. Siempre lo mismo: ahogando Cataluña y el apoyo de Madrid», llamó Cruset, quien dijo que defendía “a las clases media y trabajadora”.
Junts indica que el último aviso lo dio esta semana Nogueras, cuando habló de la necesidad de examinar si «ha llegado el momento del cambio», tras denunciar en el pleno que el Gobierno «se cubre con la bandera de Palestina» pero «no habla de lo que realmente está quitando el sueño a mucha gente».
