
Junts per Catalunya prometió al Govern un otoño caluroso y ha empezado a preparar leña para encender el fuego. El líder del partido, Carles Puigdemont, convoca la dirección del partido el próximo lunes con el objetivo de dar indicaciones sobre cómo abordar al PSOE de ahora en adelante. El partido está decidido a cortar lazos con Pedro Sánchez y así lo propondrá a los militantes, que lo decidirán en una consulta interna.
La dirección de Junts da por hecho que el PSOE ya no tiene ningún crédito. No ha visto resultados en los acuerdos con la función pública catalana en Europa ni en el traspaso de competencias en materia de inmigración a la Generalitat. Los posconvergentes no pueden presumir de logros en términos de autogobierno ni de financiación y, además, Puigdemont todavía no se beneficia de la amnistía.
La reunión se celebra en Perpiñán (sur de Francia) y llega en un momento en el que Junts ha lanzado reiteradas advertencias al Gobierno por lo que considera un incumplimiento reiterado por parte del lado socialista de los acuerdos que permitieron la investidura de Pedro Sánchez. Míriam Nogueras ha explicado este miércoles en el Congreso de los Diputados que hay que «hablar de la hora del cambio».
Después del verano, Puigdemont convocó varias veces a la directiva de Junts, pero las reuniones tuvieron lugar en Waterloo, la ciudad belga donde tiene su sede el expresidente catalán. Puigdemont evita entrar en España por riesgo de arresto. En esta ocasión la reunión con la directiva de Junts tendrá lugar en la ciudad francesa de Perpiñán.
“En otoño pasarán cosas que todavía no han pasado”, repiten varias voces desde Junts. La estación todavía tiene dos meses de funcionamiento y Puigdemont ha activado los mecanismos para dar visibilidad y fuerza a los avisos. Nogueras, líder de Junts en el Congreso de los Diputados y uno de los hombres de confianza del líder del partido, ha dado muestras de esa voluntad de subir el tono. ¿Hasta dónde se puede estirar la cuerda de Junts? Nogueras habló incluso de «financiación ilegal», la línea roja que marcaron muchos socios para retirar el apoyo a Sánchez.
Preguntado por las advertencias del portavoz de Junts, el presidente Sánchez afirmó este jueves desde Bruselas: «Este es un Gobierno que está comprometido a cumplir todos sus acuerdos con Junts».
Sin embargo, ha admitido que su fuerza parlamentaria y en el espacio europeo no depende sólo de su voluntad: «Hay pactos que no dependen exclusivamente del Gobierno de España ni de los grupos parlamentarios que apoyan el Gobierno de coalición progresista, por ejemplo en materia de migraciones y lenguas cooficiales», en relación con el traspaso de competencias en materia de inmigración a la Generalitat catalana o el reconocimiento del catalán como lengua oficial en la Generalitat catalana. UE. «Hoy es innegable que Cataluña y España se sienten bien con este Gobierno de coalición, que ha supuesto avances», añadió Sánchez. informa Manuel V. Gómez.
El independentismo evita públicamente la posibilidad de apoyar, junto a PP y Vox, una moción de censura contra Pedro Sánchez, pero intenta hacer un gesto que suponga un antes y un después de su relación con el Gobierno. Desde hace semanas existe la posibilidad de cancelar las reuniones periódicas que el propio Puigdemont y el secretario general de Junts, Jordi Turull, han mantenido con enviados del PSOE en Suiza bajo la supervisión de un auditor internacional.
