Recepción un tanto patética esta tarde en el Palacio Real. El acto, presidido por los Reyes junto a la Princesa Leonor -con el uniforme de gala del Ejército Aeroespacial- y la Infanta Sofía por primera vez tras cumplir la mayoría de edad el pasado mes de abril, tras el desfile de las Fuerzas Armadas en pleno centro de Madrid, estuvo marcado por importantes ausencias, que, sin embargo, dejaron todo el protagonismo político al líder opositor Alberto Núñez Feijóo. Después de ser el primero en besarse la mano delante de la familia real -y sin su esposa Begoña Gómez, que no acude al acto desde hace tres años-, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, abandonó antes de lo habitual el tradicional cóctel sin hablar con los periodistas acreditados, una práctica habitual en este tipo de eventos, aunque no es obligatoria. El jefe de Gobierno viajó en unas horas a Egipto para firmar el plan de paz para Gaza.
Como es sabido, EH Bildu y otros representantes de partidos independentistas no participaron este domingo en los actos de conmemoración del día nacional. A cambio, Vox anunció este sábado que su máximo representante, Santiago Abascal, no acudiría para no «blanquear» el Gobierno. En declaraciones a los periodistas en palacio, Feijóo valoró la ausencia de Abascal y equiparó el cargo del rey con el de los independientes. «Estoy muy orgulloso de venir a este acto (…). Venimos aquí para acompañar al Rey y a los soldados españoles. Siempre que pueda lo haré. El que no venga tendrá que dar explicaciones», ha apuntado. Tras abandonar el acto, Feijóo reafirmó su autoimagen ante las cámaras. «Ya lo he valorado, lo único que faltaban eran los independientes, la educación… y aquí venimos con el rey y los soldados de España, nada más. Hay que explicarlo», respondió el líder del PP a preguntas sobre Abascal. Unas palabras que aumentan los decibelios de la lucha de ambos dirigentes por liderar el bloque de derecha ante el ascenso de las encuestas del partido Ultra. Además, Abascal aseguró este domingo que ya no acudirá a actos institucionales donde esté presente el Gobierno. Sólo tendrá lugar en foros parlamentarios.
Paradójicamente, fue Feijóo quien protagonizó el mes pasado una polémica sentada contra el rey al inicio del año judicial, argumentando que no quería compartir espacio con el fiscal general, acusado de filtrar secretos en el caso de la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Y lo mismo ocurrió el pasado mes de junio, cuando el líder de la oposición estuvo ausente en la conmemoración del 40 aniversario de la firma del Tratado de Adhesión de España a la Comunidad Europea en el Palacio Real, declarando que no quería coincidir con Sánchez el mismo día en que se desvelaba el informe de la UCO en el que la Guardia Civil imputaba de pleno al entonces número dos del PSOE, Santos Cerdán, el asunto se complicó. Caso Koldola trama de corrupción que se asentaba en el Ministerio de Transportes de José Luis Ábalos.
En ausencia de sus rivales políticos más directos, un relajado Feijóo ha repasado los frentes políticos actuales. Atacó duramente a Sánchez: “No es fácil para el presidente hablar de lo que está pasando”, dijo el líder del PP, en referencia a los casos de corrupción del PSOE y las acusaciones de su esposa y su hermano David Sánchez. “Me animo porque mi pareja no está en el juzgado, ni mi hermano y mi número dos [en referencia a Santos Cerdán] No está en prisión”, afirmó Feijóo.
Ante estas declaraciones, el ministro de Transportes, Óscar Puente -el último miembro del Consejo de Ministros en acudir a la recepción- defendió a su jefe: «Si no te consuelas es porque no quieres», le dijo a Feijóo, en referencia a las acusaciones de corrupción. También ha negado que los sobres con dinero en efectivo del PSOE que la UCO destapó el viernes fueran corrupción, asegurando que era «dentro del partido». [PSOE] no hay dinero b” y explicó que “en los ministerios la gente también paga en efectivo”.
Los Reyes, que junto a sus hijas han sido los que más invitados han hablado, han recibido este año a poco más de 1.000 personalidades, entre ellas todos los poderes y autoridades del Estado, con algunas ausencias destacadas como la del Fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz, y algunos barones regionales, entre ellos el de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón; el de Murcia, Fernando López Miras; o la de Baleares, Marga Prohens, que previamente había pedido disculpas por el daño Alicia Esto azota desde hace días el este del país.
Tampoco estuvo presente la ministra de Salud, Mónica García; el ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2023, Pablo Bustinduy; la ministra de Juventud y Niñez, Sira Rego; el de igualdad, Ana Redondo; ni el titular de Economía, Comercio y Comercio, Carlos Cuerpo. También, como casi habitual, el representante de los partidos independentistas y del Lehendakari, Imanol Pradales.
Aunque La Moncloa no da un motivo oficial de la marcha anticipada del presidente, Sánchez sale mañana a las 7.00 horas hacia Egipto para asistir a la firma del acuerdo de alto el fuego en la Franja de Gaza entre Israel y el grupo islamista Hamás. Un conflicto que ya ha costado la vida a más de 65.000 personas en Gaza, incluidos muchos niños. Y Feijóo siguió haciendo una conexión directa entre el embargo de armas contra Israel y la firma del acuerdo de paz impulsado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump: «Un embargo de armas se aprueba horas antes de que se alcance un acuerdo de paz. El Ministerio de Asuntos Exteriores español». [en referencia al Ministerio de Exteriores que dirige José Manuel Albares] No puede hacer el ridículo con tanta intensidad. Todavía hay algunos en España que han pasado del “no a la guerra” al “no a la paz”.
