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La final del Circuito Andaluz de Novilladas, celebrada ayer en la Plaza de La Maestranza, acabó con la victoria de Marcos Linares pese a estar gravemente herido y no poder matar a su contrincante. Por su parte, el diestro Ángel Téllez se lesionó el hombro izquierdo tras ser atropellado por el tercer toro de la corrida celebrada este domingo en Orgaz (Toledo). Ambos se darán a conocer en las próximas horas en la feria de San Isidro (Madrid). Téllez, hoy, en el día de San Isidro, en un cartel junto a Miguel Ángel Perera e Isaac Fonseca, que confirmarán la alternativa, y Linares, el miércoles, en la primera corrida de la Feria de Madrid.
Ángel Téllez, que ya se lesionó el hombro tras el accidente del pasado viernes en Las Ventas, fue trasladado a un hospital para someterse a una resonancia magnética para valorar «una posible lesión del manguito rotador del hombro izquierdo», compartió su gabinete de prensa en redes sociales. Habrá que esperar al resultado de esta prueba para ver si el joven espadachín de Mora (Toledo) podrá hacer su segunda aparición en la Feria de San Isidro.
En Sevilla, Marcos Linares, el vencedor del concurso, demostró que era más que suficiente y claramente superior al lento y reservado segundo, al que planteó una extensa e intensa faena, sacando hasta la última gota de la rara raza de este animal, según a Efe acabaría toreándose en la muleta del torero de Jaén.
Un trabajo bien hecho, o mejor dicho, donde destacaron los naturales de gran factura y remató con grandes pases de pecho. También podía ponerlo en la muleta del otro lado, añadiendo así hilo y estructura a una tarea que iba camino de un premio. Decidido a asegurar el trofeo, se abalanzó sobre la matanza con fe y fue atrapado de una manera desagradable. Según el informe médico, presentaba una «lesión en cuerno de toro» a nivel del triángulo mediano de Scarpa, con un trayecto ascendente de 5-6 cm, penetrando la fascia del músculo sartorio y lesionando la arteria femoral superficial, con hematoma accidental y lesión secundaria espasmos de hematoma”, dice en el del Dr. Octavio Mulet firmó un informe calificando el percance como «grave».
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El cartel de este concurso, organizado por la Fundación del Toro de Lidia con la colaboración de la Junta de Andalucía, publicitaba los bueyes de Villamarta, que estaban bien presentados y jugaban de manera desigual. La terna la abrió el sanluqueño Germán Vidal El Melli, que fue el primero en dibujar un toro vivo y completo -humillado y desbordado de dos anzuelos- que toreó con sincero desenfreno, pero demasiado lejos de una calidad que ameritaría otro. Pulso requerido y otro golpe. Con el cuarto, un buey manso, lento y muy deslucido, sus esfuerzos fueron en vano.
El percance de Marcos Linares dejó la pelea de la tarde del sexto en manos de El Melli, un festejo astado y manso que se extendió por los terrenos de la cancha y dejó en aprietos a los banderilleros. La bestia huyó incluso de su sombra, sin querer ver la muleta del Sanlúcar, empleada en una tarea puramente de esgrima, antes de perseguirla con una hábil embestida que falló.
El salmantino Ismael Martín se enfrentó a un tercero al que siempre humillaba en los capotes. Lo marcó con solvencia y se desplegó en una faena larga donde no siempre encontraba la conexión con un ataque que requería hacerlo todo desde abajo y con firmeza. No pudo evitar un susto cuando un desastre llegó a un punto crítico y lo terminó violentamente al darle un giro al anillo con el acero.
Ismael Martín cambió el orden de lucha por el percance de Marcos Linares y apuñaló al quinto, un Utrero inferior manso y muy distraído, paralizando un trabajo un tanto caótico y desarticulado que nunca consiguió resolver las cuestiones planteadas por la bestia.
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