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España tiene el dudoso honor de ser el único país de la Unión Europea que no incluye dietistas y dietistas-nutricionistas (DN) en el Sistema Nacional de Salud (SNS) en la mayoría de sus comunidades autónomas. Los Dietistas son Tecnólogos Nutricionales (TSD) y los Dietistas-Nutricionistas son Licenciados o Licenciados en Ciencias de la Nutrición para mayor claridad y uso de las siglas en el artículo, no con ningún fin. asegurador.
En 2003, la Unión Europea, a través del Consejo de Europa, desarrolló la necesidad de cuidados nutricionales obligatorios en entornos hospitalarios. Esencialmente se trata de la prevención y determinación de las causas de la desnutrición así como de una valoración nutricional de los pacientes. La obligación de que tanto la nutrición como la nutrición artificial (enteral y parenteral) sean realizadas por TSD y DN. Tanto es así que la European Nutrition for Health Alliance (ENHA) se formó con el objetivo de centrarse en la desnutrición. Para ello, se propuso establecer una agenda común para que los países de la Unión Europea desarrollen estrategias de salud en torno a la desnutrición, su prevención y tratamiento. Esta estrategia es Juntos por la salud: un enfoque estratégico para la UE 2007-2013 y reiteró la necesidad de sistematizar el tamizaje nutricional obligatorio como un paso innegable en la lucha contra la desnutrición.
En España, según establece el Real Decreto 184/2015, de 13 de marzo, los DN son los Profesionales Sanitarios Estatutarios de categoría A2 y los DST de categoría C1. Eso es lo que dice la ley. Otra cosa es la presencia que tenemos en hospitales públicos y atención primaria.
Las principales causas de muerte en todo el mundo son las enfermedades crónicas no transmisibles (ENT) a medida que aumenta la esperanza de vida y el envejecimiento de la población. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), son responsables del 74% de todas las muertes en el mundo. Las enfermedades no transmisibles más comunes incluyen las enfermedades cardiovasculares, las enfermedades respiratorias crónicas y la diabetes mellitus (DMII). Dado que las cifras de TSD y DN no están integradas en la atención primaria, estas enfermedades se tratan farmacológicamente, i. El tratamiento farmacológico no se asocia con una mayor supervivencia y expone a los pacientes a complicaciones y efectos secundarios como la desnutrición.
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La mayoría de los medicamentos recetados están relacionados con condiciones médicas que mejorarían con una dieta adecuada. Las enfermedades tratadas médicamente más comunes son la hipertensión, la hipercolesterolemia y la diabetes tipo II. Además de mejorar una población más sana y no polimedicada, también supondría un ahorro económico. En términos generales, la inclusión de TSD y DN puede ahorrar hasta 99 € por cada euro invertido en un tratamiento dietético.
Los últimos datos en España muestran que uno de cada cuatro pacientes hospitalizados tiene riesgo de desnutrición o está desnutrido (23,7%), y que este porcentaje sube al 37% cuando los pacientes tienen más de 70 años. Las personas con enfermedades neoplásicas (35%), cardiovasculares (29%) y respiratorias (28%) son las más afectadas.
Según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), el cáncer ya es la segunda causa de muerte en la población general en España. Además, uno de cada dos pacientes con cáncer sufre de desnutrición durante su propia estadía en el hospital. La desnutrición altera las propiedades de los medicamentos y sus efectos, lo que lleva a un aumento de las dosis y, en consecuencia, a una mayor toxicidad, por lo que los tratamientos se alargan o incluso se suspenden por ineficacia. Realizar un cribado nutricional previo reduciría los costes económicos, acortaría los días de ingreso, disminuiría la posibilidad de reingreso y, lo que es más importante, mejoraría la eficacia de los tratamientos de los pacientes.
Si se realizara una evaluación del estado nutricional en el momento del ingreso al hospital, la desnutrición podría prevenirse o tratarse y el tratamiento podría abordarse de manera más integral y eficaz. Además, se cumplirían los estándares propuestos por la OMS y la UE.
La inclusión de las figuras del TSD y DN no solo nos daría el espacio que nos corresponde, sino que significaría el acceso para toda la población ya que, al no ser parte del sistema público de salud, nos vemos obligados a ejercer de forma privada y son precisamente los menos acomodados los que tienen más probabilidades de desarrollar hábitos alimentarios inadecuados y por ende desarrollar enfermedades crónicas. La salud depende de muchos factores y el contexto socioeconómico es uno de ellos. Rafael Cofiño Fernández, exconsejero de Sanidad de Asturias, dice: «Tu código postal es más importante para tu salud que tu código genético».
Ya se han creado categorías profesionales para DST y DN en comunidades como Cataluña, Valencia, Baleares, Navarra, Murcia, Castilla y León, La Rioja, Aragón, País Vasco y más recientemente Galicia, y esperamos que poco a poco se vayan incorporando otras comunidades y profesionales de la nutrición. Es necesario que la salud ya no adopte un enfoque paternalista, sino que sea preventivo y accesible para todos, independientemente del poder adquisitivo.
NUTRICIÓN CON CIENCIA Es una sección sobre nutrición basada en la evidencia científica y el conocimiento contrastado por especialistas. Comer es mucho más que un placer y una necesidad: la dieta y los hábitos alimentarios son actualmente el factor de salud pública que más nos puede ayudar a prevenir numerosas enfermedades, desde muchos tipos de cáncer hasta la diabetes. Un equipo de dietistas y nutricionistas nos ayudará a comprender mejor la importancia de la alimentación y, gracias a la ciencia, a derribar los mitos que nos llevan a comer los alimentos equivocados.
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