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Que se lea más y si es posible en catalán. Con este objetivo, el Gobierno adoptó este martes el Plan Nacional del Libro y la Lectura, integrado por 73 medidas para incrementar los hábitos lectores, que afectan a distintos ámbitos, desde el descubrimiento de los libros por parte de los bebés hasta el fomento de iniciativas para mejorar los hábitos lectores La preferencia por la lectura en todos edades va desde mejorar las bibliotecas escolares hasta becas para escritores. Se invertirán un total de 58 millones hasta 2030. “El objetivo es triple: que haya más lectores, que se difundan más y que aparezca en catalán”, ha resumido la ministra de Cultura, Natàlia Garriga.
El objetivo es fomentar el hábito lector y mejorar los indicadores que actualmente son preocupantes. Y es que, según las estadísticas de la encuesta de hábitos lectores del Instituto Catalán de Empresas Culturales, en 2022 el 22% de la población no leerá nunca, el 60% al menos una vez a la semana y el 70% al menos una vez al trimestre. El plan pretende aumentar estos dos porcentajes hasta el 65% y el 76% respectivamente para 2030. Y también que crece el número de lectores en catalán, que actualmente es del 34% y se espera que alcance el 40% a finales de la década.
Los resultados de comprensión de lectura también son motivo de especial preocupación. En mayo se publicó el informe PIRLS -un estudio internacional que se realiza cada cuatro años entre alumnos de cuarto de primaria de cincuenta países- en el que Cataluña obtiene 507 puntos, 15 menos que la última edición y casi 20 menos que la media española y europea, lo que sitúa Cataluña en último lugar entre las autonomías, solo por delante de Ceuta y Melilla. El informe también revela que Cataluña es la comunidad con menos interés por la lectura: el 56% de los estudiantes dice leer poco o nada (en el resto de regiones la cifra no supera el 45%).
En este sentido, el plan pone especial énfasis en el sector educativo, aunque la principal solución para solucionar el problema es la mejora de las bibliotecas escolares. Por ello, se pone en marcha un plan piloto de dos años para reabrir estos espacios en 50 centros -35 públicos y 15 concertados, principalmente del área de Barcelona, y aún no seleccionados- apoyados puntualmente por un bibliotecario y dos horas de profesores convertidos . 2.000 euros adicionales al año para renovar el fondo. En total serán 10 los bibliotecarios que se incorporarán en enero de 2024 y deberán repartir los centros del plan, por lo que Educación admite que solo podrán visitar cada uno dos veces al mes. Al mismo tiempo, Educación hará un seguimiento de 200 centros al año para mejorar los índices de comprensión lectora a través de cuatro jornadas de trabajo.
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El Ministerio asegura que su objetivo es que el 80% de los centros educativos dispongan de biblioteca escolar en 2030 (en 2019 fue del 57% según los últimos datos disponibles). Y que la proporción de alumnos de primaria con bajo nivel de lectura es inferior al 10%, mientras que el año pasado era del 13,2% en catalán y del 9% en castellano.
El plan contempla otras medidas complementarias en el ámbito educativo, como la mejora de materiales y dinámicas para el fomento de la lectura o la enseñanza de la literatura, o la formación del profesorado en este ámbito específico. También quiere hacer crecer programas como cartas a la escueladonde los autores visitan las aulas, que actualmente cuenta con 500 centros participantes pero se espera que alcance los 2.000 en 2030.
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La ministra de Educación, Anna Simó, ha destacado la importancia de fortalecer los hábitos lectores de los niños y las escuelas tienen un papel clave que jugar en ello. Pero, ¿qué sigue? “No solo tenemos que trabajar con los estudiantes. Necesitamos la colaboración familiar, porque la biblioteca personal se crea en casa”.
Además, no obstante, el plan prevé también otras medidas, como el restablecimiento de iniciativas como la Se vienen Nascuts (Nacidos para Leer), con actividades en las bibliotecas para niños menores de 3 años y trabajando con pediatras y enfermeras para asesorar a las familias sobre materiales para su bebé. El programa también será financiado Casi 6 años. tria a libre, (Los niños a partir de los 6 años pueden comprar un libro gratis), que hasta ahora solo usa el 53%, pero en tres años quieren llegar al 70%.
Entre el resto de actuaciones, cabe destacar incrementar la promoción de la literatura infantil y juvenil en catalán a través de los medios de comunicación, organizar actividades para recuperar la narración oral y la lectura en voz alta, aumentar la actividad en las bibliotecas o distribuir libros en el transporte público, hospitales, etc. clubs.
También se potencia la creación literaria aumentando el número de becas existentes, además de las becas para nuevos escritores y editores, impulsando las residencias de creación literaria, y creando la Casa de las Letras (para albergar las distintas asociaciones). el escritor) y el Observatorio de la Cultura, que realizará estudios sobre hábitos lectores.
La elaboración del plan se inició hace año y medio y en su elaboración han participado 180 personas, comenzando por los Ministerios de Cultura y Educación, a los que se sumaron un centenar de instituciones del sector. El coste es de 58 millones hasta el 2030, de los que la mayor parte correrán a cargo del Departamento de Cultura (23 millones), el Instituto Catalán de las Empresas Culturales (16) y la Institución Catalana de las Letras (10,5), mientras que la educación correrá a cargo de cinco se acaba el millón, y solo hasta 2026.
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