
El mes pasado se cumplió medio siglo desde las últimas cinco ejecuciones del régimen de Franco. El 27 de septiembre de 1975 fueron condenados a muerte tres combatientes del Frente Revolucionario Antifascista y Patriótico (FRAP) y dos miembros de ETA-PM. Con motivo del “Día del Recuerdo y Agradecimiento a las Víctimas del Golpe Militar, la Guerra y la Dictadura”, establecido en la Ley de Memoria Democrática aprobada en 2022, el Congreso acogerá el próximo jueves un conversatorio con dos escritores expertos en estas recientes ejecuciones. Un acto que ha enfadado al PP, que anunció este martes su ausencia.
«No niego que puedan ser considerados víctimas del régimen, pero lo que niego definitivamente es que sean héroes que merecen un reconocimiento. Por eso el Partido Popular no hará héroes a cinco terroristas», afirmó su presidenta en el Parlamento, Ester Muñoz, en una rueda de prensa sobre el incidente.
Fuentes parlamentarias aseguran que el acto no pretende ser un homenaje a ninguno de los ejecutados, sino una «conversación entre dos escritores sobre un periodo fundamental de nuestra historia reciente». Defienden que es “una oportunidad, partiendo del rechazo radical a toda forma de violencia, para abordar un período histórico poco conocido y reflexionar sobre las últimas ejecuciones del franquismo y el aumento de la violencia en esos años, para poder plantear preguntas relevantes sobre el pasado, el presente y el futuro”.
La conversación incluirá a los escritores Aroa Moreno Durán y Roger Mateos, autores de libros sobre las recientes ejecuciones del franquismo, con especial atención a los miembros del FRAP.
Las últimas condenas a muerte en España se dictaron apenas dos meses antes de la muerte del dictador Francisco Franco. Cuatro ejecuciones sincronizadas en Madrid, Barcelona y Burgos. Estos veredictos provocaron una ola de protestas dentro y fuera del país. Las víctimas fueron los tres combatientes del FRAP José Humberto Baena, de 25 años; José Luis Sánchez-Bravo, de 21 años, y Ramón García Sanz, de 27. Los otros dos etarras eran Juan Paredes Manot (conocido como Txiki), de 21 años, y Ángel Otaegui (33).
En 1978, la Constitución abolió la pena de muerte y un decreto legislativo de 1995 la abolió incluso en tiempos de guerra. El próximo viernes 31 de octubre será el Día de las Víctimas del Golpe Militar, la Guerra y la Dictadura.
