Advertisement
Se suele decir que la confianza es uno de los pilares del sistema financiero y empresarial, especialmente cuando las empresas cotizan en bolsa. Los administradores y directivas de estas sociedades están obligados a comunicar a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) lo antes posible las compras y ventas de acciones que realizan en su empresa: al fin y al cabo, son quienes mejor conocen las empresas y estos movimientos pueden servir como punto de referencia para el resto del mercado y mostrar su compromiso con el proyecto empresarial. Esto significa que están arriesgando su propio dinero.
En la jerga bursátil, a esta pequeña casta entre miles o millones de pequeños y grandes accionistas se le da el nombre anglosajón “ persona enterada (“los que están dentro”). Sus compras o ventas de valores pueden afectar los precios de las acciones y son monitoreadas cuidadosamente por inversionistas y administradores de carteras o fondos mutuos. La atención a estos movimientos se ha generalizado tanto que existen empresas que se especializan en ofrecer lo que los consumidores compran y venden a diario. persona enterada en los principales mercados del mundo. Por un módico precio anual, un inversor interesado recibe diariamente en su ordenador estas operaciones, ya sean de una empresa española, alemana, americana o sueca.
Un compás
Jorge Fuentes, gestor de renta variable internacional de Bestinver, es uno de los expertos que recibe y revisa a diario este material: “Esta información es importante porque muestra qué están haciendo los más informados con la acción, por ejemplo si compran”. , eso puede “puede ser una señal de que el mercado no está valorando bien el precio de la acción y lo ven como una oportunidad para ampliar su presencia”, explica. Pero como sugiere este directivo, hay que ir un paso más allá y examinar los motivos por los que compran o venden sus acciones.
Advertisement
En ocasiones venden con la única intención de conseguir dinero, darse un capricho o conseguir liquidez. A finales de abril de este año, el director general del banco de inversiones Jefferies, Rich Handler, vendió parte de sus acciones de la empresa para adquirir un yate. «La venta de mis acciones de hoy fue un regalo para mí y mi familia, y no tengo intención de vender más», dijo Handler. Algunas ventas previstas por multimillonarios estadounidenses como Mark Zuckerberg (Meta) o Jeff Bezos (Amazon) se explican en sus anuncios para donar gradualmente bloques de acciones a organizaciones benéficas. En otros casos, los motivos son más banales y simplemente intentan diversificar su patrimonio personal para no invertirlo exclusivamente en acciones de la empresa para la que trabajan o de la que son propietarios.
Por tanto, es fundamental que directivos, analistas e inversores sepan si el motivo de las operaciones de compra es un aumento del rendimiento de la empresa y por tanto una señal positiva para el resto del mercado o, en este caso, las ventas son la desconfianza en el valor. o simplemente la necesidad de conseguir liquidez para diversos fines.
Los gestores también consiguen aumentar su presencia en el capital de forma indirecta proporcionando valores como parte de su remuneración o cobrando un dividendo flexible. Juan José Fernández-Figares, director de instituciones de inversión colectiva de Link Securities, también sigue de cerca estas afirmaciones, aunque «esta práctica está tan extendida que no la considero un factor relevante en mis decisiones de inversión». Retribuir a los directivos mediante acciones es muy saludable para el mercado y también para los empleados. “Medidas de este tipo persiguen varios objetivos: retener a los líderes más valiosos de la organización; vincular su desempeño a la evolución de la cotización bursátil de la empresa; y enviar un mensaje de confianza a los inversores que ven que los principales directivos de la empresa, y en ocasiones una parte importante de sus empleados, son accionistas de la empresa», concluye.
Desde la gestora internacional Pictet AM señalan que «las operaciones con acciones de directivos y gestores pueden ser un aspecto técnico, como las posiciones alcistas o bajistas de los inversores institucionales o los flujos de inversión de los comerciantes minoristas». Sin embargo, la selección de los valores de los fondos se basa en los fundamentos comerciales y el valor razonable”.
Entre los principales accionistas y a la vez directivos, la presidenta del Banco Santander, Ana Botín, compra anualmente acciones de la compañía, de la que posee directamente el 0,21% del capital. Como estas compras tienden a realizarse de forma regular, es más difícil extraer lecciones de sus movimientos. En diciembre de 2023, el consejero delegado de Inditex, Óscar García Maceiras, adquirió 2.667 acciones de la empresa textil a un precio de 38,38 euros por acción, un día después de la presentación de los resultados. En abril del mismo año adquirió un gran paquete de 26.631 títulos a un precio de 30,31 euros. La cotización de Inditex se sitúa ahora en 43,3 euros, por lo que las compras de la gestora habrían servido de faro para los inversores.
Hay otros ejemplos impredecibles del comportamiento de los gestores cuando se trata de orientar las inversiones en su valor. José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica, compró 615.298 acciones de la operadora en el año de su toma de posesión (2016) a un precio de 8,62 euros y repitió adquisiciones en agosto de 2019 y mayo de 2020 a un precio superior al actual. Sin embargo, en agosto de 2020 y junio de 2023 pagó 3,52 euros y 3,62 euros, respectivamente, frente al precio actual del operador de 4,23 euros.
Los paquetes accionarios de los grandes propietarios del Ibex 35 como Amancio Ortega, Sandra Ortega, Lakshmi Mittal, Rafael del Pino, Florentino Pérez, Jaime Botín o las familias Entrecanales (Acciona), Bennetton (Cellnex) o López Belmonte (Rovi) tienden mantener sus participaciones accionarias estables y no haber cambiado durante décadas.
Los políticos también dejan huella
En Estados Unidos, la transparencia de los movimientos bursátiles no se limita al sector empresarial. Según recoge el sitio web smartinsider.com, que proporciona este tipo de datos, congresistas y senadores
Hacen públicas sus transacciones con valores corporativos en todo el mundo. Los datos muestran qué políticos tienen interés en acciones específicas y proporcionan información sobre dónde han aumentado o disminuido sus posiciones. Datos que gestores e inversores también utilizan para hacerse una valoración del potencial de las empresas cotizadas, independientemente de los resultados que publican trimestralmente.
En España también es posible conocer el patrimonio y los ingresos anuales de los diputados, que se actualizan anualmente en la página web de la Cámara de los Representantes. Sin embargo, no existe la obligación de anunciar los movimientos de ventas casi en tiempo real. Sin embargo, como ocurre con todos los españoles, las inversiones directas de los políticos en Bolsa son muy limitadas y prefieren la fórmula de los fondos de inversión.
o pensiones.
Sigue toda la información Negocio Y Negocio En Facebook Y Xo en el nuestro boletín semanal
Suscríbete para seguir leyendo
Leer sin límites
_