Advertisement
Barcelona ha tenido una gran importancia en los diez años de mandato de Ada Colau por sus políticas en defensa del derecho a la vivienda, su lucha para evitar cortes de luz, gas y agua por impagos y su voluntad de garantizar el acceso a la educación a la población. Los más vulnerables facilitan los servicios sociales y de salud. Mientras la Generalitat estaba ocupada buscando la piedra filosofal que le permitiera transformar la autonomía en independencia, el ayuntamiento de la capital catalana emprendió esfuerzos presupuestarios para hacer frente tanto a una administración central ausente como a un gobierno catalán abstraído. En esta tarea, Colau contó con la colaboración del PSC -en la junta municipal- y de Esquerra Republicana del exterior durante gran parte de su mandato.
En las últimas elecciones, el socialista Jaume Collboni estuvo al frente de la alcaldía, con los votos de sus anteriores socios -los Comunes- y el PP bloqueando el camino a Xavier Trias. Acercándose al final del primer año de gobierno del PSC, empiezan a aparecer algunos síntomas que, en opinión de algunos, «limitan» o, en opinión de otros, «racionalizan» las políticas sociales heredadas de Colau. Hay ejemplos. La Sindicatura de Greuges de Barcelona advirtió a finales del año pasado que se restringiría el acceso de las personas sin hogar al padrón municipal. Además, el 1 de junio finalizará el derecho de las instituciones sociales a registrar personas sin domicilio permanente sin pernoctar en su sede. Y por último, pero no menos importante, existe una duración máxima de permanencia de seis meses en las pensiones subvencionadas por el ayuntamiento para personas con enfermedades terminales o necesitadas.
La decisión adoptada ahora por Collboni de suprimir el registro colectivo priva en la práctica de sus derechos a 1.700 personas.
El Ejecutivo local ha decidido abandonar las labores de registro colectivo, una política municipal que desde 1997 asume que esta modalidad representa una garantía de comunicación con las personas sin domicilio fijo. La capital catalana es una ciudad con buenas prácticas sociales, que se encuentra en una situación compleja con servicios saturados, ya que un total de 47.000 personas están registradas sin residencia permanente desde hace veinte años. Ciudades como l’Hospitalet, Cornellà, Badalona, Mataró o Santa Coloma de Gramenet dificultan la inscripción, convirtiendo a Barcelona en un receptor sistemático de personas sin hogar.
Advertisement
La decisión adoptada ahora por Collboni priva efectivamente de sus derechos a 1.700 personas. El Ayuntamiento asegura que se hará cargo de todos ellos y que sólo busca racionalizar y centralizar el padrón, pero las instituciones sociales temen que este eslabón débil de la ciudadanía quede en el limbo, lo que podría llevar, por ejemplo, a Las personas sin acceso a atención médica que se contagian o enferman impiden la atención médica prenatal a las mujeres embarazadas que solo tendrían derecho a recibir apoyo durante el parto. Tendremos que esperar y ver cómo procede el gobierno de la ciudad, pero una simple mirada a la secuencia de los acontecimientos muestra un cambio y un endurecimiento de forma y contenido. La notificación por escrito de la finalización de este registro colectivo o la renuncia a una conversación relevante para una decisión así lo demuestran.
A todo ello se ha sumado esta semana el rechazo del PSC en el Parlamento al decreto que limita los alquileres estacionales -que encarece los precios y expulsa a jóvenes y mayores de la ciudad- y el cierre del Parc Güell por el desfile de Louis Vuitton -que acabó con detenciones y atestados policiales- o la aparición de ese amor valenciano por el olor a neumáticos quemados que promete la llegada de la exposición de F-1 al Passeig de Gràcia en junio. Una colección de signos de esta época en la que el Procesos ha muerto, el nuevo mundo está emergiendo lentamente y, en el claroscuro, emergen políticas ambiguas en el turbulento mundo de la izquierda.
Lo que más influye es lo que sucede después. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscribirse a
Puedes seguir a EL PAÍS Cataluña Facebook Y Xo regístrate aquí para recibirlo Nuestro boletín semanal
Suscríbete para seguir leyendo
Leer sin límites
_