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El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, admitió este viernes -tras los avances de EL PAÍS- que su ejecutivo pretende limitar el número de cruceristas que llegan a la capital catalana y anunció una nueva negociación con el puerto de Barcelona para firmar otro acuerdo. “En el futuro podremos suprimir algunas terminales”, advirtió el primer alcalde de la ciudad, considerando obsoleto el acuerdo firmado en 2018 entre la exalcaldesa Ada Colau y el expresidente del puerto Sixte Cambra.
Un portavoz del puerto dijo el viernes que el acuerdo de 2018 sigue vigente “por ahora”. La misma fuente defiende que hay una terminal en construcción que estará operativa en 2025 y otra que acaba de licitarse estará operativa en la primavera de 2027. Dado que una terminal está en construcción y otra ya está licitada, se entiende que cualquier operación encaminada a eliminar una de ellas debe ir acompañada de algún tipo de compensación.
El actual convenio entre el ayuntamiento y el puerto se firmó en 2018, cuando la ciudad recibía 2,6 millones de cruceristas anualmente. Hasta entonces no había acuerdo en materia de cruceros y Barcelona en Comú quería poner un límite. Colau y Cambra acordaron trasladar la actividad de cruceros al muelle de Adosado y permitir la construcción de siete terminales con capacidad para acoger hasta siete cruceros al mismo tiempo. Gracias a este acuerdo, existen tres terminales, gestionadas por la empresa barcelonesa Creuers, donde puede atracar cualquier naviera. La cuarta terminal pertenece a Costa Cruceros y la quinta a Carnival Cruceros. Además, la compañía MSC está construyendo la sexta terminal y la séptima fue adjudicada recientemente a Royal Caribbean, aunque la construcción aún no ha comenzado.
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Con 2,6 millones de cruceristas en 2018, el partido de Colau -y la propia alcaldesa- denunciaron la necesidad de «limitar» a los cruceristas, aunque no se hizo nada al respecto y el número de visitantes sólo aumentó. “En 2023 recibimos un millón más de cruceristas que en 2018. Esto significa que el número de visitantes aumenta un 8% interanual. Estamos llegando a un límite y tenemos que poner límites. Ya no vale mover las terminales, sino restringir la afluencia de cruceristas”, enfatizó Colboni.
El alcalde ha advertido que las medidas que quiere discutir con el puerto de Barcelona ya se están aplicando en puertos como los de Ámsterdam y Venecia. Además, el socialista apuntó qué cruceristas quiere reducir: “Sobre todo los que hacen escala en la ciudad, es decir, los que no utilizan los hoteles, el aeropuerto ni los restaurantes de la ciudad y gastan menos dinero a pesar de atracar en”. Barcelona. La teniente de alcalde Laia Bonet ha admitido que todavía no hay un calendario de reuniones con el Port de Barcelona.
Una de las primeras ciudades en aplicar estas medidas fue Dubrovnik, Croacia, que en 2018 acordó limitar el atraque de barcos a dos cruceros por día y un máximo de 5.000 viajeros. En 2021, Venecia (Italia) prohibió el atraque de grandes cruceros en el centro histórico. Esta Palma de Mallorca de 2023 ha limitado a tres el número de cruceros que pueden atracar al mismo tiempo y sólo uno de ellos tiene capacidad para más de 5.000 pasajeros. En Monterrey (EE.UU.) sólo 1.000 cruceristas pueden visitar la ciudad al día y en Amsterdam (Países Bajos) se baraja el cierre de una de las terminales de cruceros fluviales.
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La portavoz de Barcelona en Comú, Janet Sanz, afirma que la capital catalana necesita limitar el número de cruceristas, pero desconfía del anuncio del alcalde. “Cuesta creer que el alcalde Collboni quiera ahora limitar el número de cruceros. “Hace dos meses presentamos a una comisión una propuesta para limitar el número de cruceristas, y el PSC votó en contra”, recuerda Sanz. “Cuando gobernamos juntos, el PSK se oponía cada vez que queríamos dar un paso en estos temas, lo que nos hace recibir el anuncio con escepticismo”, concluyó.
Refuerzo de 600 empleados municipales para la instalación de verano
El Ayuntamiento de Barcelona reforzará sus servicios este verano con alrededor de 600 empleados municipales. Esto también incluye un aumento del personal de la guardia municipal con 200 agentes más respecto al verano de 2023.
Los equipos de limpieza se incrementarán hasta 85 y se emplearán 288 personas, se incrementará el vaciado de contenedores de basura y se introducirá una limpieza intensiva en playas, parques y zonas residenciales.
Esta temporada de playa, que se prolongará hasta finales de octubre, contará con 100 agentes patrullando y 24 personas reportándose en la arena de 10 a 20 horas, además de 70 agentes ciudadanos desplegados por toda la ciudad.
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