Advertisement
Bruselas lleva tres años luchando para que las grandes empresas tecnológicas estadounidenses -y más recientemente las chinas- no vayan más allá de las leyes comunitarias, pero ha acelerado el ritmo en los últimos meses. La paulatina implementación de las dos regulaciones adoptadas hace más de un año -la de Servicios Digitales (DSA) y la de Mercados Digitales (DMA)- está alcanzando hitos y ha dado paso a capítulos como el de hace unos años, cuando la Comisión Europea acusó Apple para destruir la competencia. Al día siguiente, la empresa envió una carta de denuncia a Microsoft por abuso de posición dominante, esta vez al amparo de la antigua ley de control de la competencia leal en los mercados, dejando claro que la empresa no renuncia a ninguna herramienta en este sentido. luchar.
El 6 de septiembre de 2023 fue un día importante. La Comisión Europea ha identificado los primeros operadores del mercado digital a los que exigiría obligaciones adicionales por su tamaño y por tanto riesgos potenciales: Amazon, Alphabet, Apple, Meta, Booking, Microsoft y Bytedance. Seis meses después, el 25 de marzo, llegaron los primeros informes. La Comisión sospechaba que Apple, Alphabet, Amazon y Meta no cumplían la DMA y quería abrir varias investigaciones contra ellas, que esperaba completar en el plazo de un año a partir de ese momento. En el caso de Apple, la conclusión preliminar llegó muy rápidamente. Sólo tres meses después.
“Sí, con la DMA el ritmo de las grandes empresas tecnológicas se está acelerando. El nuevo régimen permite esto, lo facilita y es lo que vemos en esta Comisión y lo que veremos en la próxima”, dice Cecilio Madero, exdirector general adjunto de Competencia de la Comisión y ahora asesor principal de APCO Worldwide.
Advertisement
“La DMA está diseñada para permitir investigaciones muy rápidas, tanto en términos de procedimiento como de contenido. A diferencia de los casos de competencia, en los procedimientos de la DMA la Comisión Europea no tiene que definir mercados, establecer una posición dominante en el mercado, identificar un riesgo de efectos anticompetitivos o evaluar si el comportamiento está justificado o beneficia a los consumidores. Esto, unido a la reducción de determinadas garantías procesales que no se consideran esenciales, permite a la Comisión actuar mucho más rápidamente”, afirma Alfonso Lamadrid, socio de Garrigues en Bruselas y profesor de competencia y procedimientos DMA en el Colegio de Europa de Brujas, el grupo de funcionarios de las instituciones europeas.
José Rivas, abogado especializado en derecho de la competencia y codirector del despacho Bird & Bird, coincide con estos dos expertos, que afirman en esencia que la norma invierte la carga de la prueba. El objetivo sería evitar lo que ha sucedido hasta ahora: desde el inicio de una investigación hasta su conclusión (con sanción, con medidas compensatorias o con un menú de ambas) el mercado ha cambiado por completo y el objetivo original ya no ha cambiado de efecto. Real.
El otro estándar digital también ha sido noticia recientemente. Centrada más en los contenidos que en el buen funcionamiento del mercado, la DSA es la herramienta que utiliza Bruselas para obligar a los grandes actores de Internet a luchar contra la desinformación, proteger a los menores y rechazar los mensajes de odio o la publicidad engañosa. Con ello, hace unas semanas solicitó información a las tres grandes plataformas pornográficas (Pornhub, StripChat y XVideos) para saber qué están haciendo para garantizar que los menores no accedan a contenidos inapropiados. Y antes obtuvo la primera gran victoria de esta normativa a finales de abril, cuando se abrió una demanda contra TikTok por su programa de recompensas en Francia y España. Dos días después, la empresa china decidió suspender la demanda, aunque el expediente sigue abierto.
El camino inicial de ambas regulaciones es similar, aunque los expertos del sector señalan que con el tiempo la regulación de los servicios digitales generará más conflicto con las empresas que la de los mercados. Señalan que al principio habrá muchos litigios, pero una vez que se implemente y adopte -y los elementos del conflicto se resuelvan en los tribunales- habrá menos disputas.
Aunque ahora todas las miradas de la industria están puestas en esta normativa y en los expedientes que Bruselas ha abierto con Apple. Para Rivas, de Bird&Bird, se trata de la auténtica prueba de fuego de la nueva regulación de los mercados digitales. “Se trata de un caso en el que Bruselas está asumiendo un riesgo, como lo hizo con Microsoft hace décadas. La DMA es una nueva forma de sospechar una lesión. Si Apple gana, todo está en duda. No puede haber mayor desafío”.
Este abogado repite declaraciones que se escuchan desde hace meses en Bruselas: mientras las otras grandes empresas tecnológicas intentan adaptarse a la nueva norma de competencia mediante negociaciones con la Comisión y las terceras empresas interesadas, el gran gigante californiano habría optado por resistirse más. Así lo admiten fuentes de la propia Comisión, cercanas al departamento de competencia. Señalan que no es porque el resto no se resista y no acepte de buena gana los nuevos compromisos, sino porque Apple es más cautelosa.
La compañía tecnológica lo rechaza: «En los últimos meses, en respuesta a los comentarios de los desarrolladores y de la Comisión Europea, Apple ha realizado una serie de cambios para cumplir con la Ley de Mercados Digitales (DMA)». “Cumple con la ley y estimamos que más del 99% de los desarrolladores pagarían las mismas o menos comisiones a Apple bajo los nuevos términos y condiciones que creamos”, se refiere la compañía a la última disputa abierta. Pero explica lo mismo cuando habla en términos generales, señalando que el 5 de enero de este año anunció su plan para cumplir con los estándares europeos. Y sin embargo, hace apenas 10 días Apple anunció que no ofrecería por el momento sus desarrollos de inteligencia artificial en Europa debido a la normativa.
Y mientras la DMA esté vigente, las reglas de competencia tradicionales seguirán aplicándose, esta vez más lentamente. Mucho más. Con este instrumento legal, Bruselas ha presentado el pliego de cargos contra Microsoft por incluir la aplicación de reuniones, llamadas y productividad Teams en sus paquetes de aplicaciones Office 365 y Microsoft 365, lo que le daría una ventaja frente a competidores como Webex, Zoom o Slack. En marzo, multó a Apple con 1.800 millones por abuso de mercado en la distribución de música a través de la red. Y el importante caso de Bruselas contra Google “por abuso de posición dominante” en el mercado de la publicidad digital sigue pendiente desde hace más de un año. En él, la Comisión concluye provisionalmente que la situación sólo puede resolverse mediante una “desinversión obligatoria”, es decir, obligando a Alphabet, la empresa matriz de Google, a vender parte del negocio.
Sigue toda la información Negocio Y Negocio En Facebook Y Xo en el nuestro boletín semanal
Suscríbete para seguir leyendo
Leer sin límites
_