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En medio de la controversia política sobre la migración irregular y la capacidad de absorción del país, el gobierno del Canciller Olaf Scholz planea recortar a la mitad la financiación que Alemania proporciona para la recepción e integración de refugiados. La medida, anclada en el recorte presupuestario para el próximo año fiscal 2024, llega cuando el país enfrenta una fuerte inflación y un aumento de los precios de la energía y después de que el gobierno federal haya proporcionado generosamente estos fondos durante varios años.
Más de un millón de personas han solicitado asilo en Alemania desde la invasión masiva de Ucrania por parte de Rusia en febrero de 2022. El creciente número de solicitantes de asilo ha llevado a los gobiernos federales, ciudades y municipios a solicitar un aumento de la financiación destinada a su integración.
Sin embargo, el lunes, el gobierno federal informó a los estados federados que les proporcionaría un total de 1.700 millones de euros en 2024, en lugar de los 3.750 millones de euros en 2023, para cubrir las necesidades de estas personas, dijeron dos fuentes gubernamentales citadas por Reuters se negó a dar sus nombres debido a la confidencialidad de la reunión. Berlín también cancelará su contribución a los costes de atención e integración de los refugiados ucranianos.
El consejo de administración de Scholz no se había comprometido a cubrir la cantidad destinada a estos fines en los planes presupuestarios para los próximos años.
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Sin embargo, un portavoz del Ministerio de Economía aseguró que la reunión entre el Gobierno federal y las asociaciones no produjo ningún resultado que fuera más allá de la reunión entre estas autoridades locales y Scholz en noviembre. «Los Estados son responsables del alojamiento y cuidado de los refugiados», afirmó el portavoz. «El gobierno federal es consciente de la dimensión nacional de esta situación», añadió.
La controversia en torno a los inmigrantes irregulares y los solicitantes de asilo ha pasado al centro del debate político. Alemania está al límite de sus capacidades. Los municipios aseguran que ya no pueden ofrecer a los recién llegados un alojamiento adecuado; las escuelas están sobrecargadas; El sistema sanitario, que ya se vio gravemente afectado tras la pandemia, está al límite. Los cursos para aprender alemán, cruciales para el proceso de integración, generan listas de espera que duran meses. Y esto en un momento en el que el partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) ha subido considerablemente en las encuestas.
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Un aumento del 77%
A finales de agosto, la Oficina Federal de Migración y Refugiados (BAMF) registró más de 204.000 solicitudes de asilo, un aumento del 77% en comparación con el mismo período del año pasado. Además, hay más de un millón de ucranianos que buscaron protección en Alemania debido a la guerra de agresión rusa sin tener que solicitar asilo.
El fin de semana pasado, Scholz sugirió que podrían ser necesarios controles fronterizos en la frontera con Polonia. El sábado pasado, la canciller pidió explicaciones a Varsovia sobre el escándalo de la venta de visados, del que se aprovecharon 250.000 personas y que provocó protestas del gobierno polaco, que acusó a la canciller de interferir en su campaña electoral.
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