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La opa hostil del Banco Sabadell por parte del BBVA encuentra un rechazo generalizado en Cataluña, ya que la caída de la competencia financiera sería mayor allí que en otros municipios españoles. En este contexto, el presidente del BBVA, Carlos Torres, ha decidido iniciar una ronda de contacto con representantes de la empresa, la ciencia y la política. Y ese lunes por la tarde, en el Palau de la Generalitat, se reunió con el presidente de la Generalitat en funciones, Pere Aragonès. Una portavoz de BBVA se negó a confirmar la reunión, diciendo que la agenda de Torres no era pública.
No se conocen los detalles de la reunión, pero sí la posición de Aragonès y el gobierno: oposición frontal. Cuando se conoció la opa hostil de BBVA, el ejecutivo catalán incluso envió cartas a la vicepresidenta de la Comisión Europea y a su responsable de Competencia, Margrethe Vestager, así como a la presidenta de la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC), Cani Fernández. , para analizar y detener el proceso podría. Sólo este lunes, el banco de origen vasco solicitó autorización a la CNMC para realizar la operación, que también se encontró con el claro rechazo del consejo de Banco Sabadell.
Torres, explican fuentes conocedoras, tiene previsto reunirse en estos días con académicos y otras organizaciones empresariales, como Pimec, con cuyo presidente se reunió esta mañana. Antoni Cañete es otro activo opositor a la fusión de ambas empresas, ya que cree que supondrá un problema para las pymes, clientes tradicionales de Banco Sabadell. En una reciente entrevista en EL PAÍS, el jefe de la patronal hizo un llamamiento a los empresarios que también invierten en Sabadell para que no vendan sus acciones al BBVA. “¿Qué pasa con estas operaciones? Bueno, se pierde oferta y competencia. Sabemos con certeza que anteriormente teníamos una póliza de préstamo de 500.000 euros con una empresa y otra de 500.000 euros con otra. Y también sabemos que con la fusión de estos bancos –defendió Cañete- no sólo ya no teníamos línea de crédito, sino que la línea de crédito que teníamos ya no era de un millón de euros. Al contrario, tenemos menos de lo que teníamos con una sola empresa”.
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Foment del Treball también ha manifestado su oposición al considerar que la desaparición de Sabadell (aunque BBVA ha anunciado que mantendrá la marca y una cosede en Cataluña) dejaría a muchas pymes «sin financiación».
Aunque hace cuatro años un posible acuerdo de amistad entre BBVA y Sabadell no causó revuelo dada la débil situación del banco vallesano, la situación actual ha cambiado fundamentalmente esta percepción. En la última reunión del Círculo de Economía se confirmó: la mayoría de los empresarios y políticos presentes se mostraron contrarios a una operación de este tipo y el presidente de Sabadell, Josep Oliu, recibió el rechazo expreso a la operación por parte del ministro de Economía. El cuerpo de Carlos.
Este rechazo unánime puede explicarse por otras razones además de la mera pérdida de competencia. También por la solidez financiera que Banco Sabadell, pese a tener su sede en Alicante, aporta a Cataluña tras el cambio de otoño de 2017, y porque la fusión supondría la destrucción de cientos de puestos de trabajo.
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BBVA intentó seducir a los fragmentados accionistas de Sabadell con una oferta que inicialmente implicaba pagar una prima del 30% sobre las acciones de la compañía vallense. La evolución del mercado de valores ha sido desfavorable para el banco que preside Carlos Torres. Mientras sus acciones caían un 10%, las de Sabadell subían un 10%. Dado que la transacción se realizaría mediante un canje de acciones, esta oferta se ha vuelto menos atractiva. Pese a la negativa de Sabadell, BBVA ha iniciado los trámites de una ampliación de capital para llevar a cabo la operación.
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