En el Ayuntamiento de Barcelona las comisiones plenarias no gozan de la atención, el glamour y el pedigrí de un pleno de ciudad, pero en ellas suceden cosas importantes. Este martes, el gobierno del alcalde Jaume Collboni y Junts en la Comisión de Urbanismo han llevado a cabo un acercamiento en materia turística que les conecta y les aleja de los comunes y de su patrimonio político. Y todo ello en un marco en el que, tras finalizar la investidura de Pedro Sánchez, se abre una ventana para la negociación de un acuerdo en el Gobierno de la ciudad.
El grupo liderado por el exalcalde Xavier Trias ha obtenido los votos de PSC, PP y Vox para cambiar el plan de alojamiento turístico (el famoso PEUAT, que concentraba la nueva oferta turística en las afueras de la ciudad). Se trata de dos cambios muy relevantes, aunque el PSC se ha abstenido de ponerles fecha eliminando del texto original el plazo de tres meses previsto en el texto de Junts. El primer cambio es permitir la apertura de nuevos hoteles en el centro si son proyectos «singulares», por ejemplo en una mansión o un edificio histórico. Especialmente en las Zonas 1 y 2, centro de presión turística, donde el plan de la alcaldesa Ada Colau prohibía nuevas aperturas e incluso preveía una reducción de plazas hoteleras. El segundo cambio es permitir el alquiler de habitaciones a turistas de acuerdo con el Decreto de Turismo de la Generalitat de verano de 2020 (siempre que la familia viva en el apartamento, máximo cuatro plazas y un límite de 31 días). ). Los Comunes habían decidido esta fórmula, es decir, la de Cama y desayunocuando llegaron al poder en 2015, pero durante sus dos mandatos llegaron incluso a rechazarlos porque sentían que no podían ser controlados y a prohibirlos explícitamente en la ciudad.
Éste fue el primer revés del PSC al legado de Colau. El segundo motivo es la abstención del Gobierno en la propuesta parlamentaria que preveía el cierre de 8.000 apartamentos turísticos, que se estima estarían ubicados en edificios de vecinos. Esta posibilidad se abrirá si se aprueba el decreto presentado por el gobierno la semana pasada. La propuesta de los Comunes sólo fue apoyada por ERC. Junts, PP y Vox votaron en contra y el PSC se abstuvo, por lo que no salió bien parada.
La Cámara de los Comunes sobre el PSC: “Quieren un gobierno progresista, pero eso es difícil de creer”
En medio de cierta euforia en las filas de Junts (que recordaban que ya habían conseguido convencer a Collboni para que apoyara la reforma del 30 por ciento), los Comunes atacaron al tándem Junts-PSC. La consellera Lucía Martín ve la propuesta de cambiar el PEUAT como «una idea que surge 100% de la derecha de Junts, del ya conocido modelo de tríada que los Comunes combatieron desde el Govern». “Es la misma propuesta que hizo Airbnb”. “La presión turística en Ciutat Vella es insostenible. A veces me pregunto dónde viven los concejales de Junt. “Que el PSC esté permitiendo esta propuesta que sigue la barra libre es una amenaza gravísima y contradice una posición progresista”, concluyó: “El PSC está permitiendo una propuesta que beneficia al lobby hotelero y destruye al nuestro, que quiere reducir apartamentos turísticos”. Dicen: “Quieren un gobierno progresista, pero eso es difícil de creer”.
Por parte del Gobierno de la ciudad, la teniente de alcalde Laia Bonet defendió la posición socialista. Respecto al PEUAT, ha dicho que “es una herramienta muy útil para controlar de forma proactiva las actividades ilegales de los apartamentos turísticos” y ha saludado el decreto sobre los apartamentos turísticos “que deben aterrizar en Barcelona”. Bonet ha recordado que primero hay que aprobar el decreto y luego elaborar un plan de ciudad que reconozca explícitamente el número de apartamentos turísticos. «Tenemos que trabajar con seguridad jurídica, basarnos en terreno sólido y estimar los costes de las propuestas», dijo, mirando de reojo a la gente común.
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En Junts, quien intervino en las dos propuestas fue el ex conseller de Territori Damià Calvet. Sobre futuros hoteles singulares en el centro citó los casos de Lisboa o Berlín, donde aseguró que también se permitirían. Y en respuesta a los Comunes, explicó: «Barcelona tiene menos opciones de alquiler y más caras que nunca». «Están atacando al sector privado y hay que estimular el urbanismo para dar oferta», respondió a Lucía Martín.
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