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Apenas diez minutos después de iniciado el ensayo, Carlos Alcaraz habla con su entrenador Juan Carlos Ferrero y se dirige al banquillo para tomar asiento con expresión enfadada. El técnico se dirige entonces al tutor. combate seleccionado para esta ocasión, el estadounidense Andrés Martín, y transmite: “Lo siento, tenemos que parar.“. Tenemos que parar. Acto seguido, el tenista y su séquito -fisioterapeuta, preparador físico, médico, agente y su hermano Álvaro- se dirigen al vestuario, y lo que debería haber sido una hora y media de entrenamiento se convierte en un suspiro para el jugador de 21 años. -La vejez murciana siente que acaba no encontrándose bien. La víspera, tras perder ante Casper Ruud en su debut en la Copa de Maestros, confirmó que tiene un fuerte resfriado que le prepara para el segundo y decisivo partido de este miércoles ante el ruso Andrey Rublev, en el que no logrará Vale la pena ganar más resultados.
“Tan pronto como comienza a moverse un poco, le resulta difícil, especialmente respirar, porque tiene un poco apretado el pecho. “Mal momento para enfermar…” comenta Ferrero a un pequeño grupo de enviados especiales que bajan la alarma pese a la escena. “Los resfriados aumentan unos días y disminuyen otros, y creo que no hay peligro [el partido contra Rublev]“, asegura el técnico, uno de esos jugadores que, según una fuente cercana, utilizaban la violencia cada vez que sufrían un revés físico; Alcaraz, en cambio, está entre los otros que deben estar más o menos preparados para competir con más garantías en este sentido. Asegúrese de seguir aprendiendo e internalizando que la élite tiene que vivir con un desgaste constante.
“Todos hemos jugado en circunstancias en las que no nos sentimos bien y sospecho que Carlos lo hará mañana. [14.00, Movistar+] y que muchas otras personas lo han hecho. Pero no creo que lleguemos al punto de no poder salir al campo», afirma Ferrero, que es consciente de que a la situación se suman los problemas de sus jugadores y el hecho de que las horas de juego van avanzando y Todavía no se siente bien, el torneo se ha complicado aún más. Alcaraz lleva tres días tomando antibióticos y trata de combatir la congestión con expectorantes y un ungüento balsámico que se unta en el pecho para despejar las vías respiratorias.
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“Será difícil para él estar al 100 por ciento mañana. Rublev es un jugador que se mueve mucho y hay que tener muy buenas piernas y eso es lo que más le está costando en estos momentos, recuperar entre puntos. el tambien perdio [ante Alexander Zverev] y tiene la necesidad de ganar, así que va a salir con cuchillo, sabiendo que Carlos no está 100% sano físicamente… Es una incógnita. A ver cómo se recupera su cuerpo hoy y si mañana se encuentra mejor intentar dar todo lo que tiene”, continúa el valenciano. “Ahora tenemos que intentar recuperarnos físicamente. Sabe que lo está pasando peor que el año pasado porque el año pasado ganó un set, pero hay que jugar… Imagínense que gana 6:1 y 6:1 contra Rublev y 6:0 y 6:1 contra Zverev. ¡Todo está arreglado! Démosle tiempo”.