Advertisement
Álvaro Sevilla-Buitrago (Alcázar de San Juan, Ciudad Real, 45 años) tiene obsoletos los manuales con los que estudió. En Contra lo común. Historia radical del urbanismo (Alianza), este catedrático de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, modifica el plan de contratos de ordenación del territorio. Sostiene que esta disciplina no surgió en las metrópolis a finales del siglo XIX, sino en las zonas rurales un siglo antes. Particularmente en Inglaterra, donde el régimen comunal terminó con los cercamientos rurales, que Karl Marx vio más tarde como el origen del capitalismo. El ensayo fue publicado en inglés el año pasado por la Universidad de Minnesota y ahora está disponible en librerías en español. Explora el lado oscuro de la práctica de la planificación urbana: su papel en la destrucción de la vida cooperativa. Y esto usando el ejemplo de cuatro episodios históricos que están permeados por cambios sociales.
Preguntas. Niegan que la planificación urbana haya surgido para frenar los excesos del mercado, como se enseña comúnmente en las universidades.
Respuesta. Las leyes de cercamiento de la Inglaterra del siglo XVIII se crearon con el objetivo de privatizar las tierras comunales y poner fin a la regulación comunitaria de la vida local y los hábitos agrícolas. Estas leyes tuvieron mucho que ver con las herramientas de planificación espacial que conocemos hoy: se pusieron a disposición del público, se apoyaron en la cartografía y dieron lugar al surgimiento de un grupo profesional de topógrafos.
q Avanzando en el tiempo, describe un efecto similar de la expropiación en las zonas de viviendas para trabajadores construidas en las afueras de Berlín en los años veinte.
Advertisement
r. Los barrios populares habían crecido significativamente en el último tercio del siglo XIX. Allí se mezclaban pequeñas instalaciones de producción con edificios residenciales, comercios y espacios de ocio. Combinadas con esta vida rica y compleja, surgen formas de antagonismo que desencadenan la Revolución Espartaco y otros estallidos. En vista de esto, los complejos habitacionales apoyados por los sindicatos o el ayuntamiento funcionan con un nivel mínimo de sociabilidad. Estás en las afueras de la ciudad, sin toda la red de servicios y actividades.
q Un ejemplo de estos proyectos es el Asentamiento de la Herradura diseñado por Bruno Taut, un símbolo socialista que ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad. No debería ser tan malo.
r. Fueron momentos heroicos para la arquitectura. La vanguardia moderna nunca ha tenido acceso a contratos tan relevantes como entonces. Por tanto, a nivel de diseño y patrimonial, son edificios muy singulares, pero la cosa cambia cuando miramos la sociología del entorno: han contribuido a desempoderar a las comunidades.
q Como Central Park, dice en su libro.
r. La propiedad pública de un espacio no garantiza que sirva a la comunidad. Central Park fue promocionado en Nueva York como un parque democrático, pero en realidad surgió como una de las primeras iniciativas para eliminar la vida comunitaria del área periurbana de Manhattan. Con su apertura llegaron regulaciones que prohibían cosas de sentido común como portar armas, así como otras prácticas comunes en los barrios populares. Este es el caso de la venta ambulante, los juegos de azar, el consumo de alcohol o los discursos políticos. En ese momento, se podía escuchar a Emma Goldman parada sobre una caja como una erección.
q Los urbanistas experimentan entonces una disonancia cognitiva. Crean efectos diferentes a los deseados.
r. Lamentablemente, la práctica convencional se aleja de la imagen luminosa que encontramos en los textos canónicos.
q Desmoralizará a sus estudiantes.
r. No lo creo. Mucha gente es consciente de que existe una brecha entre la teoría y la práctica. Basta repasar la gran mayoría de los acontecimientos de las últimas dos o tres décadas. Están diseñados para una socialización mínima.
q ¿Existe una planificación urbana que ayude a crear comunidad?
r. En Estados Unidos y en otros lugares hablamos de planificación radical. El urbanista pone sus competencias y conocimientos técnicos al servicio de la comunidad y actúa como intermediario. Los estudiantes están cada vez más interesados en este modelo. Luego hacen lo que pueden cuando se topan con administraciones públicas que a menudo atienden al mercado.
q ¿No es más urgente diseñar ciudades que combatan el cambio climático?
r. Los Estados son un elemento fundamental de la justicia social y ambiental, pero cada vez más personas sostienen que el nivel social también es importante. Cuando las comunidades obtienen control colectivo sobre los recursos de los que dependen sus medios de vida, resultan mucho más eficaces para mantener territorios o ecosistemas que otros actores como el gobierno o el mercado.
Toda la cultura que la acompaña te espera aquí.
Suscribirse a
babelia
La actualidad literaria analizada por los mejores críticos en nuestra newsletter semanal
CONSÍGUELO
Suscríbete para seguir leyendo
Leer sin límites
_