No. Sí. ¿Y ahora? El periplo de María Guardiola con Vox sumó este miércoles un nuevo capítulo. La presidenta extremeña visitó la red Cope dos días después de que adelantara las elecciones al 21 de diciembre. Le preguntaron por la formación de Santiago Abascal, con quien ha gobernado tras negarse tajantemente a integrarla en su ejecutivo tras las elecciones de 2023. «No daré ningún consejo», dijo en ese momento. «Iremos a elecciones si es necesario. No puedo permitir que aquellos que niegan la violencia machista sean incluidos en mi gobierno». Diez días después cambió sus palabras. Vox se hizo cargo de un departamento del Gobierno regional para alcanzar la presidencia de la Junta de Extremadura.
Ahora Guardiola, que sabe que corre peligro el 21 de diciembre -el objetivo no es otro que la mayoría absoluta, que está en 33 escaños y los populares tienen actualmente 28-, ha dejado claro por primera vez qué hará si no lo consigue:
—No soy una mujer que construye muros. Y no construyo cierres de plomería.
Al margen de la alusión a las palabras utilizadas por Pedro Sánchez en el discurso de investidura de 2023, cuando definió su gobierno como un «muro» contra la postura «reaccionaria» y «regresiva» del Partido Popular y Vox, Guardiola aplicó un cordón sanitario en la formación de Santiago Abascal. De hecho, en 2023, ningún miembro del PP, ni autonómico ni nacional, se había mostrado tan violentamente contra Vox. Guardiola se mostró confiado en su decisión de vetar.
“Yo”, dijo en junio de ese año, “no puedo permitir que entren en mi gobierno quienes niegan la violencia machista, quienes usan la pincelada general, quienes deshumanizan a los inmigrantes y quienes despliegan una lona y tiran la bandera LGBTI a un bote de basura”. […] Hice todo lo que estuvo en mi poder. Mi promesa y mi tierra no son moneda de cambio para nada”. Se mantuvo fiel a su palabra y respondió al turno de preguntas ante los medios de la siguiente manera:
– ¿Vox no se sumaría definitivamente a un gobierno de María Guardiola?
-NO. Las instituciones no pueden utilizarse para la ideologización.
Siete días después, sin embargo, Guardiola ya estaba sentado en un bufete de abogados fuera de Extremadura con su fiel escudero y número dos del partido en la región, Abel Bautista, y el jefe de Vox en Extremadura, Ángel Pelayo Gordillo. Todos firmaron un acuerdo de 60 puntos, alcanzado con el apoyo de los cinco diputados de Santiago Abascal en la región, que nombró a Guardiola Extremadura como primera mujer presidenta.

Ahora, dos años después, ha dejado claro qué hará si necesita a Vox para gobernar. Y la decisión es completamente diferente. «En cuanto a Vox», ha dicho, «tuvieron dos años y cuatro meses para ver si querían ser parte de la solución o del problema. Votaron con el PSOE más de 40 veces. No soy una mujer que construye muros. Y no construyo barreras sanitarias. Vox ha salido de gobiernos y está mucho más cómodo con el populismo. Lo que necesita Extremadura es estabilidad».
Preguntada sobre si cree que sería mejor abstenerse o integrarlos en su junta por si la formación de Abascal lo vuelve a requerir, dijo que no es el momento de especular al respecto.
“Nuestros socios preferentes seguirán siendo los extremeños”, afirmó. «Los límites siempre han sido los derechos fundamentales. Y de ahí no nos moveremos. Se presentaron en esta región con la bandera de impulsar el cambio en Extremadura y sólo actúan contra el PSOE.
La relación entre Guardiola y Vox fue una montaña rusa durante este tiempo. La extrema derecha decidió en julio de 2024 romper todos los acuerdos autonómicos con los partidos populares. En un gesto común, se sumaron a la oposición en las cinco autonomías donde gobernaban junto al PP: Castilla y León, Aragón, Comunidad Valenciana, Murcia y Extremadura.
Aquí, sin embargo, el único asesor que tuvo Vox –Montes y Ordenación del Territorio– optó por permanecer en el gobierno de Guardiola, lo que plantea un claro desafío al liderazgo de Abascal. Sólo duró un año más. Ignacio Higuero renunció este verano porque inventó su propio currículum. Dijo que se licenció en marketing en el CEU en 1993 y que sus estudios en España recién comenzaron en 2009.
Con el anuncio de Guardiola de que se adelantarían las elecciones, la presidenta madrileña se ha pronunciado por primera vez sobre un tema que le pesaba en los primeros días de su mandato. Ahora ya no se niega a integrarlos en el poder ejecutivo cuando sea necesario.
De hecho, nadie olvida su discurso inaugural aunque sepa que rompió su palabra. Aquí, en la tribuna de la tertulia extremeña, Guardiola citó indirectamente una frase del periodista Manuel Chaves Nogales de su libro sobre el torero Juan Belmonte: «En las grandes ocasiones siempre digo algo incómodo». Y ese día, quizás el más importante de su carrera política, también dijo: “Mis principios son los mismos”.
