
Tras la crisis del cribado del cáncer de mama en Andalucía, el PP no quiere más problemas en un tema muy delicado que ha empañado el liderazgo de uno de sus gobiernos más importantes. Los partidos populares han coordinado y revisado sus sistemas de detección del cáncer desde que estalló el escándalo, y ahora las comunidades del PP han acordado con Génova la petición del Ministerio de Sanidad de facilitar información sobre el cribado del cáncer de mama, cervical y colon en sus zonas. Con diferentes argumentos y matices entre sí, los gobiernos regionales del PP se niegan a facilitar la información que solicitan al servicio de salud porque el ministerio sospecha que ocultan datos «malos». El rechazo del PP tiene una excepción relevante: Andalucía, la comunidad en la que nació todo, se ha desmarcado y exigió que se reúna el Consejo Interterritorial de Salud para asegurar que actúa con total transparencia hacia el Gobierno.
En las cartas que la mayoría de los concejales de Sanidad del PP de Sumar enviaron a la ministra de Sanidad Mónica García le informan que no le enviarán los datos que solicitó y le reprochan la iniciativa. “A falta de obligación legal o acuerdo formal (…), este departamento no considera oportuno enviar la información solicitada en las condiciones propuestas”, escribe la Comunidad Valenciana, por ejemplo. “No participaremos en una iniciativa que, lejos de contribuir a la mejora y fortalecimiento de los programas de cribado, parece responder únicamente a una estrategia de confrontación política y a una maniobra encaminada a desviar la atención pública de las graves deficiencias en la gestión sanitaria del propio ministerio”, explica el asesor en su carta a la ministra.
La consejera de La Rioja, María Martín de Baldeón, también acusa a Mónica García de su «oportunismo político». “La preocupación por la salud de las mujeres y de todos los ciudadanos en general requiere una actitud más seria y responsable, que no sucumba a temas de oportunismo político, como lamentablemente vemos en muchas de las medidas que el ministerio que usted dirige está promoviendo”, escribe la asesora del Ministro de Salud, a quien se dirige en su carta.
El líder riojano esgrime la excusa de no enviar la información argumentando que el sistema informático no está preparado para ello, idea que repiten varias comunidades del PP. “Como sabéis”, subraya, “aún no se ha completado la plataforma informática que lo hace posible, ni se ha completado la revisión del documento de consenso del sistema de información del programa de cribado poblacional del cáncer del Sistema Nacional de Salud”.
Pero otros gobiernos, como el de Madrid, son más explícitos en su plan, admitiendo que no envían los datos a Sanidad, no porque no esté lista una plataforma informática, sino simplemente porque creen que García la utilizará en su contra. La ministra de Sanidad de Madrid, Fátima Matute, admitió este martes que no facilitaría información al ministerio sobre las investigaciones porque no quería que esos datos fueran «manipulados de forma absolutamente engorrosa». Matute llegó incluso a criticar a Mónica García por asumir desde el ministerio el papel de “candidata” al Gobierno regional para “atacar” la administración de las comunidades autónomas.
Las autonomías del PP coincidieron en su postura junto a Génova, pero el Gobierno andaluz, donde se originó el escándalo por los fallos en la prevención del cáncer de mama, se ha desmarcado del plan. El recién elegido consejero de Sanidad andaluz, Antonio Sanz, que asumió el cargo tras la dimisión del anterior consejero debido a la crisis, ha propuesto en cambio que el Consejo Interterritorial de Salud se reúna de forma extraordinaria.
Andalucía quiere convocar el órgano de coordinación del Gobierno con las Comunidades Autónomas para analizar la situación de los programas de detección del cáncer en todos los territorios excepto el propio. «En ningún caso nos negamos a facilitar información», subraya también el consejero andaluz en su carta, en la que reitera su compromiso de «trabajar estrechamente con el Ministerio de Sanidad». El tono de Andalucía hacia el ministerio es el más suave de todas las autonomías del PP.
Otros municipios gobernados por el PP, como Baleares, también están modulando su respuesta al Gobierno, alegando que no se niegan a trasladar los datos a Sanidad, pero exigen que previamente se establezca el sistema informático para ello. Otros, como Aragón, aún no han respondido al ministerio.
Génova, que niega directivas a las autonomías del PP, afirma que cada una «tiene facultad y autonomía para incorporar a los estatutos los cambios que considere».
Por su parte, el Gobierno está convencido de que las comunidades del PP se niegan a enviarle los datos del cribado porque no son buenos. «Los ayuntamientos que dicen que no nos van a facilitar los datos nos están diciendo claramente que nos quieren ocultar datos que previsiblemente son malos», ha dicho la ministra de Sanidad este martes en TVE. «Nosotros como ministerio no estamos monitorizando nada. Estamos dando transparencia a un problema que se dio originariamente en la Andalucía del señor Moreno Bonilla y que provocó preocupación social y desconfianza hacia todos los programas de cribado», ha subrayado García, quien ha insistido en que los datos se han solicitado para «dar tranquilidad» a la ciudadanía. Este martes, la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) pidió a todos los dirigentes políticos «consenso y compromiso» en torno a los datos de cribado del cáncer.
Los cribados del cáncer no son el único conflicto entre el Gobierno y las comunidades del PP en materia de salud. García tiene otro caso con la Comunidad de Madrid por su negativa a crear el registro legal de objetores del aborto. Como en este caso, la ministra de Sanidad ha avisado a las autonomías populares de que el ejecutivo utilizará todas las «herramientas legales y administrativas» a su alcance para solicitarles los datos.
